viernes, 22 de diciembre de 2006

EL RADICALISMO SANTAFESINO EN UNA ENCRUCIJADA DE SUMA CERO
La constitución de un frente electoral con el socialismo y otras fuerzas con el objeto de terminar con la hegemonía del peronismo en Santa Fe, coloca al radicalismo y a los radicales en una encrucijada donde aparecen más preguntas que respuestas.
Desgraciadamente, la mayoría de los problemas pasan por decisiones tomadas hace tiempo, claramente equivocadas y que repercuten en la situación actual.
Cuando en el 2001, frente a una elección interna que se veía complicada el sector al cual pertenezco decide establecer una alianza con el sector en ese entonces representado por Millet y Cáceres.
Esta decisión fue resistida por quienes estábamos convencidos que salir con un discurso renovador no tenía nada que ver con los antecedentes y características de estos dos referentes. Y sin embargo, la estrategia de Carlos Iparraguirre nos obligó, a último momento, a tener que acordar esa alianza claramente negativa.
En el 2006, se decidió mantener esa alianza, esta vez para enfrentar al sector celeste integrado por Iparraguirre, llevando por la reelección como Presidente partidario a Felipe Michlig, ya en ese momento cuestionado por los manejos al frente de la Comuna de Ambrosetti, antes de ser Senador. Se planteó la debil situación opositora que nos dejaba tener el futuro del presidente del partido en manos del oficialismo provincial. Y esto también resultó lamentablemente cierto.
Hoy, se ha producido una diáspora, conclusión lógica de una alianza integrada por proyectos diferentes y egoístas.
Juan Carlos Millet, ha cerrado con el Justicialismo el manejo futuro de la Universidad de Rosario, una vez mas de espalda al resto de los sectores radicales, y ahora también de espalda al socialismo, con el que en otros tiempos acordaba estas cosas.
Felipe Michlig está comprometido por su pasado, sin poder decidir el frente electoral con el socialismo, por temor a la reacción del justicialismo .
Luis Cáceres tiene como única preocupación ver que negocio puede hacer con su esposa para que siga ocupando algún cargo político.
Algunos intendentes y presidentes comunales presionan para que el frente se constituya, pero quisiera saber cual será la reacción de estos referentes locales cuando se les diga que tienen que ceder espacios en el gabinete o en los Concejos para los socios socialistas.
Los dirigentes que por una u otra razón ( algunas ideológicas y otras no tanto) están a favor del frente progresista, representan también a los mejor y a lo peor del radicalismo.
Algunos de ellos son sumamente valiosos, y quizás de lo mejor que el radicalismo puede ofrecer, y otros tienen trayectorias sinuosas y oscuras que es mejor no ventilar.
La pregunta del que nadie sabe la respuesta es : ¿ Qué opina el radical común, el que va a tener que fiscalizar y votar en las próximas elecciones? Y me parece que nadie, seriamente, se ha preocupado por tratar de interpretarlos sin preconceptos.
Los próximos meses serán de acuerdos y desacuerdos, de cambios de sectores y creación de sectores nuevos. Pero recién al momento de votar, sabremos si lo hecho reflejó realmente lo que los radicales querían de un acuerdo con el socialismo que comienza mal, a partir del incumplimiento de nuestros socios del primer acuerdo celebrado referido a la elección del candidato a vicegobernador.¿ Este incumplimiento será el último?.