lunes, 6 de junio de 2011

Resumen electoral de Totoras

Pasadas las elecciones internas, y aquietadas las turbulentas aguas de la campaña, es un buen momento para hacer un análisis de lo ocurrido. Trataré de reflejar mi visión sobre lo ocurrido el pasado domingo 22 de mayo. La primera conclusión es que una vez más Marcolini ha demostrado ser el gran elector. Mas allá de la boleta única que podía afectar severamente el arrastre de los votos, vemos que mayoritariamente los votantes trasladaron el voto del actual Intendente a quien fuera su candidato. La segunda conclusión es que su capacidad como elector se agota cuando cruza el arco de acceso a Totoras. Y esto es lógico ya que en 28 años, nunca le interesó ocupar espacios departamentales o provinciales. La aventura de salir a disputar una senaduría sin ningún trabajo previo fue una actitud políticamente suicida. Rasetto gana en la interna a pesar de haberse retirado prácticamente de la política en los últimos 4 años. Aún dando esa ventaja se impuso sin atenuantes. Hay dos lecturas posibles sobre el resultado. Para quienes necesitan culpar a los demás de sus propios errores, el análisis dice que si Rasetto no hubiera sacado 700 votos en Totoras, hubiera perdido, y entonces podrán endilgarle esta responsabilidad a estos votantes, tal cual lo intentó miserablemente un candidato en la noche del recuento. El mismo que ahora imagina acuerdos descabellados en Cañada de Gómez. El mismo que en otras oportunidades siempre apoyó candidatos de otros distritos frente a los candidatos locales de su propio partido. La realidad es que salvo en Totoras, y un empate técnico en Serodino, en todas las demás localidades del Departamento se impuso Hugo Rasetto. En algunas por escándalo, como para dar vuelta la diferencia que se había reflejado en Totoras. 2500 votos. En todo caso, la responsabilidad está en los referentes locales que usaron para apuntalar al candidato. Quien los eligió tendrá que hacerse responsable. En el justicialismo, la debacle fue total. Ninguno de los candidatos llegó a satisfacer las expectativas de mínima. La caída de votos fue increíble. Y aquí cabe otro análisis. El resultado del 2009 ya demostraba las dificultades que conllevaba sostener a los dirigentes existentes para pelear la intendencia, a pesar de lo cual no se produjo ningún recambio y el resultado no tenía por que cambiar. “ Si siempre hacemos lo que siempre hicimos, siempre obtendremos lo que siempre obtuvimos”, tal el sentido de la frase de Albert Einstein que podría aplicarse a la política. El kirchnerismo por su parte planteó un discurso ideológico para conversos y simpatizantes, pero que no tenía llegada a la ciudadanía. Y de hecho no la tuvo. El divorcio entre el discurso y los hechos es claramente percibido por la ciudadanía, además de considerar también a los hombres detrás del discurso. La cantidad de votos resulta así reveladora. Pero además se demuestra una vez mas que las alianzas no suman matemáticamente. El humanismo solo, sacaba en Totoras 260 votos. Aliado con el kirchnerismo sacaron 350. ¿ Valía la pena perder la identidad por 100 votos? El adversario a derrotar por el peronismo al empezar la campaña ( y antes) era Luis Palazzolo. Los simpatizantes justicialistas en privado expresaban su temor a que Palazzolo fuera el candidato, mientras que no tenían miedo de los otros postulantes. ¿ Habrán jugado parte de sus votos en la interna del frente para asegurar la derrota del candidato que temían? Si fue así, en el pecado está la penitencia, porque concentraron los votos de tal manera que ahora les resultará muy dificil revertir el resultado. En el Frente, la diferencia a favor de Carnevali, inhibe cualquier otra consideración. La diferencia es abrumadora. La elección de Palazzolo en otro contexto sería aceptable. Venía de no estar actuando en política desde hacía varios años, y de haber soportado el desgaste del enfrentamiento del bloque radical en contra de algunos opositores, en cumplimiento de una estrategia diseñada desde el partido y desde el Ejecutivo local, circunstancia que daño severamente su imagen. Resulta curioso que haya jugado su capital político para defender a un dirigente que después salió a tratarlo de traidor. Esta actitud no hace más que demostrar lo que pasa con algunos dirigentes que confunden lealtad con obsecuencia. Algunos nunca entienden que los leales ayudan y los obsecuentes perjudican, y terminan premiando a los obsecuentes y castigando a los leales. Como sea, con la notoria oposición del gran elector, superó a la sumatoria de los dos candidatos justicialistas y también al restante candidato. 1000 votos es un caudal interesante para empezar a construir una alternativa para dentro de cuatro años, pero seguramente deberá trabajar por fuera del radicalismo, ya que quienes conducen el partido seguramente no darán un paso al costado, a pesar de la clara derrota sufrida. Además una propuesta abarcadora solo puede hacerse desde un espacio más amplio que el que puede ofrecer un partido, eso sí, con el derecho de admisión donde solo puedan participar los que estén dispuestos a construir sin ambiciones desmedidas, sin la necesidad de ser siempre candidatos. Por último, es destacable el resultado de la lista puramente socialista, ya que no llevaba candidato a Intendente y no tenía recursos ni municipales, ni provinciales, ni propios para afrontar una campaña importante. Siempre pensé que Bonati era una persona interesante para estar en el Concejo. Sería bueno que no cejara en su empeño. Evidentemente, el resultado refleja que la ciudadanía de Totoras está muy conforme con el actual estado de cosas, mas allá de las quejas por la falta de viviendas, de trabajo, o de futuro para los jóvenes. Parece que la mayoría de los totorenses tienen resueltos esos problemas y no les importa lo que pase con los demás. Es de imaginar que nadie saldrá a quejarse si las cosas siguen como están ahora. Estos son los momentos donde uno recuerda que esta es una comunidad piamontesa, con las características propias de esta etnia. El cambio siempre nos asusta. Pero esta vez, se engañan. Carnevali no es Marcolini, a pesar del discurso. Y es lógico que así sea, sin que esto signifique un juicio de valor. Simplemente cada persona es única e irrepetible. Un resultado mas ajustado entre los candidatos del Frente hubiera obligado a acordar algunas políticas y seguramente esto hubiera beneficiado a la futura administración. La diferencia le permite al ganador obviar cualquier acuerdo preelectoral. Es gracioso. El calor de la campaña lleva a decir cosas fuera del libreto. Me imagino que a la lista de concejales marcolinistas se les habrá recomendado como siempre, que lo único que podían decir es que iban a apoyar la gestión del Ejecutivo. A Marcolini le debe todavía durar la acidez de cuando escuchó al primer candidato a Concejal de su lista decir que se iban a hacer viviendas “ y si había que gastar la plata de la Municipalidad se iba a gastar”. No pude menos que imaginarme la reacción del Intendente frente a esa declaración que contradice el que fue su criterio político en todos estos años. Sería bueno que la gente recordara el discurso de la lista ganadora cuando competían con el temor de ser superados, y el que tendrán ahora que el camino a la Intendencia parece ser miel sobre hojuelas. Lo preocupante, de cualquier manera, es otra cosa. Desde hace unos años, el Intendente se encuentra entornado por gente que simpatiza con el proyecto de Massei y por el propio Massei, lo que provocó el alejamiento de casi todos quienes siempre estuvimos a su lado. Lo que interesa es la actitud que asumirá su sucesor. En plena campaña un video exhibido por este dirigente “opositor” resultó revelador y preocupante. Mostró el reclamo de las familias a desalojar del ferrocarril, efectuado en Acción Social. Allí pudo verse al candidato a Intendente del oficialismo, arrinconado, sin respuestas y asustado, y al propio Massei saliendo en su defensa, con su proverbial carácter. La decisión de emitir este video: ¿ Fue un mensaje a la ciudadanía? ¿ Esa será la actitud del futuro Intendente cuando la situación se complique? ¿ Massei se convertirá en el poder detrás del poder como fue cuando Pascual Carrara era Presidente Comunal? “ Cosas vedere Sancho, que non crederes”