lunes, 25 de julio de 2011

La Farsa kirchnerista

Nota de Rogelio Alaniz, publicada en El Litoral el sábado 23 de julio de 2011

Según el diccionario de la Real Academia, “farsante” es toda persona que finge lo que no siente o se hace pasar por lo que no es. En política el comportamiento del farsante no es nuevo. Maquiavelo lo admite en determinadas circunstancias y lo considera un atributo del Príncipe. De todos modos, importa recordar el significado de esta palabra porque es la que mejor representaría la identidad del régimen kirchnerista y, en particular, su liderazgo. Si la incompetencia fue el tono dominante de la gestión de De la Rúa, la corrupción más desenfadada el de Menem, el democratismo con sus virtudes y sus límites a Alfonsín y el terror a la dictadura militar, el adjetivo “farsantes” es a mi juicio el que mejor califica al liderazgo kirchnerista. Al respecto, algunas aclaraciones son necesarias: el político farsante suele identificarse con el demagogo y su identidad es más una calificación política que personal. La farsa en términos políticos es la puesta en escena, la distancia que se establece entre las palabras y los hechos, el empleo de un lenguaje que alienta las emociones más elementales. Podría pensarse también en relaciones sociales y políticas fundadas en la farsa, porque un régimen farsante sólo puede funcionar sobre la base de un sector mayoritario de la sociedad dispuesta a compartir ese juego en nombre de la ilusión, la resignación, la fatalidad o, como se dijera en otros tiempos, la alienación, la necesidad de un colectivo social de “inventar” ilusiones que satisfagan frustraciones pasadas o presentes. El rasgo distintivo de los Kirchner es la farsa, la publicidad de valores que no creen ni sienten, pero consideran útiles para constituir una identidad política. La farsa se justifica en nombre del realismo, el pragmatismo o el más descarado cinismo. En todos los casos es una estrategia de poder montada desde el poder. Su eficacia se mide no sólo por la audacia de las propuestas, sino por su capacidad para ganar voluntades. El éxito del régimen no se mide por los farsantes que es capaz de sumar a sus filas, sino por los hombres y mujeres de buena fe que seduce para su causa. El “relato” y el “modelo” suelen ser los dos vocablos que sostienen la identidad del kirchnerismo. El “relato” es el guión de la farsa, mientras que la traducción económica del “modelo” puede ser un enigma o, lisa y llanamente, la versión lumpen y parasitaria del capitalismo dependiente. Si los animadores del “relato” suelen ser González, Forster o Feinmann, los protagonistas que encarnan el “modelo” se llaman Guillermo Moreno, Eskenazi, Samid, Ulloa...Las distancias entre unos y otros, sus visibles diferencias son también constitutivas de un régimen farsesco. Los Kirchner en la década del noventa integraron en siete ocasiones listas electorales con Menem. El rechazo al supuesto neoliberalismo de Menem, ¿proviene de una ideología superadora o del más crudo oportunismo, el mismo que lleva a ponderar hoy las virtudes de la gestión estatal mientras ayer se felicitaban por haber privatizado YPF? Mientras controlaron a la provincia de Santa Cruz no se registró un solo antecedente a favor de los derechos humanos. Ya es historia sabida que ni como ciudadanos ni como gobernadores los Kirchner se interesaron por los derechos humanos. No lo hicieron cuando estaban en el llano y mucho menos cuando llegaron al poder. ¿Por qué este desvelo por aquello en lo que nunca creyeron? ¿Arrepentimiento o farsa? ¿Cómo responder a las relaciones carnales con Magnetto ayer y la calificación política de enemigo público número uno hoy? ¿Por que el Grupo Clarín es la encarnación del mal mientras que el Grupo Spolsky representa las virtudes de la causa nacional y popular? Un eje discursivo nítido del kirchnerismo es la crítica sin atenuantes al menemismo. ¿Cómo se compaginan esos arrebatos con los actuales acuerdos políticos, acuerdos que se hacen extensivos a esas otras lacras del feudalismo provincial que son los Saadi o los Insfrán? Se ponderan las virtudes de un modelo productivo en clave desarrollista, pero las inversiones de los amigos del poder están relacionadas con el juego, la especulación financiera y la inversión inmobiliaria. Hablan pestes de la oligarquía terrateniente, pero cuando hacen una diferencia económica lo primero que hacen es comprarse un campo. Se habla del rol del movimiento obrero, pero el interlocutor privilegiado es Moyano, mientras la CTA sigue sin ser reconocida jurídicamente. Se critica a los gurúes de neoliberalismo, cuya expresión clásica sería Alvaro Alsogaray, pero el principal colaborador de la señora, su ministro de Economía y su flamante compañero de fórmula, proviene de esas canteras políticas y sólo la ingenuidad, la mala fe o la subestimación a la inteligencia de la gente, puede hacernos creer que el caballero cambió de filas porque descubrió el dolor humano o las virtudes de la causa “nac&pop”. Se emite desde el poder un discurso contra los ricos y las riquezas, pero la pareja gobernante es la que más se ha enriquecido desde el poder. Se dicen pestes de la soja y la sojización, pero la actual estabilidad económica proviene de los formidables ingresos que brinda la “maldita” soja. Los propagandistas del régimen condenan a los Anchorena , los Alzaga o los Alvear, es decir a un patriciado que no existe, mientras hacen negocios multimillonarios con una burguesía nacional guaranga y rentística subsidiada por el Estado y amparada por el poder. Se lo ataca a Macri por derechista, pero cruzando la General Paz se lo defiende a Scioli. Se habla del poder popular “desde las bases”, pero la única que decide candidaturas y fortunas es la señora desde el atril. En un régimen farsante los malentendidos suelen estar a la orden del día. El peligro en estos sistemas no lo representan quienes no creen en él pero se valen de sus beneficios, sino los que creyendo en él están dispuestos a ir hasta las últimas consecuencias en nombre de una causa que sólo existe en sus fantasías y sus deseos. Dicho con otras palabras: no son los cínicos los peligrosos, sino los fanáticos. Tal vez el rasgo distintivo del régimen kirchnerista es que ha logrado movilizar detrás de su causa a intelectuales y militantes populares cuya referencia mítica es la década del setenta. Hay que entenderlos a los muchachos. Después de haber soportado a Isabel y López Rega en los setenta, a Herminio Iglesias y Lorenzo Miguel en los ochenta y a Menem y Duhalde en los noventa, esta “izquierda peronista” encontró en el kirchnerismo una reparación a sus constantes frustraciones políticas. Mejor dicho, creyeron encontrarla. Por razones diferentes, pero coincidentes en un punto, farsantes y crédulos se necesitaban. Como esas niñas desencantadas y desencajadas por la soledad, los desengaños y los rigores de la vida, los militantes “nac&pop” estaban a tiro del primer aventurero que les hiciera un guiño o se limitara a sonreírles. “Tirar la chancleta” se dice a esta conducta en el lenguaje popular. Tal vez el gran logro, la gran conquista política del kirchnerismo, incluso su chispa de creatividad, consistió en haber movilizado a estos sectores detrás de un mito en el que los Kirchner no creen pero se benefician. Sin ese componente “nac&pop” el kirchnerismo no sería más que una administración populista conservadora administrada por políticos mañosos y mañeros, rápidos para las trapisondas, las roscas y las camándulas, ávidos de poder y diestros para enriquecerse. La presencia movilizadora y confrontativa de la izquierda peronista le otorgó al régimen un rasgo diferenciador, un toque de distinción política impensable. A ello se sumaron después de la muerte de Kirchner algunos contingentes juveniles que básicamente se expresan a través de dos vertientes: los que todavía no han logrado diferenciar la política de un concierto de rock and roll y los que han aprendido demasiado rápido y hoy se están haciendo millonarios en nombre de los ideales juveniles. Pero lo que llama la atención es que el rol de la izquierda peronista contribuyó más a profundizar la conflictividad, a estimular la confrontación, que a crear propuestas superadoras. Con la prudencia del caso habría que decir que esta izquierda peronista cumple en el kirchnerismo la misma función que la Alianza Libertadora Nacionalista de Patricio Kelly cumplía en los tiempos del primer peronismo. Las causas que se invocan para crispar la política, para agredir y descalificar a los enemigos son diferentes, pero los resultados prácticos son los mismos: una Argentina partida por la mitad, un permanente malhumor en las relaciones cotidianas, una creciente degradación de la política. es que la política dominada por la farsa, no produce resultados neutrales. Cobra su precio y a veces ese precio suele ser demasiado alto.

viernes, 1 de julio de 2011

La historia es de todos

Desde hace un largo tiempo, hay quienes han decidido apropiarse de la historia, a veces para reescribirlas, pero siempre para hacerla jugar como un elemento que justifica las actitudes que tienen en la actualidad. La década del 70 ha sido una etapa negra de nuestra historia. Fue la etapa donde se institucionalizó la violencia, donde los pequeños focos terroristas motorizados desde el peronismo para crear turbulencias que facilitaran el regreso de Perón, terminaron convirtiéndose en organizaciones prohijadas desde el Estado, para luego pasar a la clandestinidad y arrastrar en su suerte a multitud de personas que no participaban de esa metodología, y convertir el país en un gigantesco campo de concentración. La dictadura iniciada en 1976 nos afectó a todos, pero no todos la sobrellevamos de la misma manera. Muchos, como en mi caso, continuamos con nuestras tareas habituales: trabajo, estudio, y soportando la violencia de derecha e izquierda. No sabiendo si cada vez que salíamos de nuestras casas íbamos a volver, y sin saber tampoco si los responsables de que termináramos cuerpo a tierra en alguna vereda apuntados con una Itaka, todas las noches, eran las fuerzas regulares del gobierno, o las irregulares de la subversión. Yo me había afiliado al radicalismo en 1974 y no estaba militando activamente cuando se produjo el golpe. Estaba en la facultad y seguí mis estudios, sin participar en política. Soporté la invasión de docentes sin ninguna virtud, mas que la militancia, de la mano de Rodolfo Puigrós. Después el regreso de la mano dura y la represión de la mano de Oscar Ivanissevich, antesala del gobierno militar que vendría. Otros, si participaban en política con el riesgo que eso significaba. Recuerdo en mi partido a un sobrino del Presidente Illia, a Federico Storani, al Changui Cáceres o a Anibal Reinaldo. Otros, en cambio, se encerraron en su cápsula y se dedicaron a enriquecerse y asegurarse el futuro, lo cual no es en sí una actitud condenable. Todos necesitamos vivir, y nadie tiene la obligación de ser héroe. Algunos, lamentablemente aprovecharon las ventajas que brindaba el proceso militar. Otros, tomaron una abierta actitud de oposición a la dictadura, pagando en muchos casos con sus vidas esa decisión, inclusive cuando esa oposición no era violenta sino dialéctica. Ni siquiera hablamos de militantes comprometidos con la subversión. Muchos abogados fueron asesinados o desaparecidos por el simple hecho de haber presentado un habeas corpus por algún detenido. Abogados peronistas que defendían a sus compañeros, pero también muchos radicales que asumían esa defensa porque entendían que era lo que tenían que hacer. Para lo que habían estudiado. Otros, en fin, los menos, enfrentaron a la dictadura pacíficamente, reclamando por el respeto a los derechos humanos. Algunos en defensa de familiares asesinados y desaparecidos, otros porque eran los principios en los que creían. Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo entran en el primer grupo. Perez Esquivel y Alfonsín son ejemplos del segundo. En definitiva, el proceso militar nos marcó a todos. Y nadie puede adjudicarse ser el artífice de haber salido de esa etapa negra. Los organismos de derechos humanos tuvieron una activa participación en esa época. Uno de mis compañeros de la facultad fue quien llevó a la cárcel a los dictadores, a través de una organización de defensa de los derechos humanos. Hoy, en plena inseguridad, el ciudadano común se queja de que a los delincuentes se les respetan los derechos humanos, mientras que éstos no respetan los derechos básicos de ningún ciudadano, que puede perder la vida por un celular, una bicicleta, o un par de zapatillas. Y es necesario que hagamos algunas aclaraciones. Los delincuentes comunes deben ser juzgados y castigados por el Derecho Penal, correctamente aplicado, por una justicia que funcione, con cárceles apropiadas para su reeducación. Cuando, en cambio, es el Estado a través del gobierno el que avasalla los derechos de los ciudadanos, es cuando se hace necesario la existencia de organismos de defensa de los derechos humanos. Dicho de otra forma: El único que puede lesionar los derechos humanos es el gobierno que administra el Estado. ¿ Se entiende la gravedad de esta afirmación? La siguiente pregunta es de manual: Si el único que puede lesionar los derechos humanos es el gobierno de turno, ¿ Puede un organismo de Derechos Humanos ser oficialista? Esta es una contradicción que sabíamos que iba a tener un costo. Cuando el gobierno se viera envuelto en algún escándalo de violación de derechos humanos, las organizaciones coptadas no iban a poder opinar. Lo vimos con el asesinato de habitantes originarios en el Chaco, la protesta de ciudadanos bolivianos en Plaza de Mayo, por el gatillo fácil aplicado por la policía a uno de los suyos, el acampe de la etnia Qom en Buenos Aires, o la marcha de los docentes santacruceños. En todos estos casos los organismos filooficialistas hicieron un ruidoso silencio, cuando no se enfrentaron ferozmente con quienes reclamaban. Sólo las Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora, y alejadas del oficialismo, mostraron la misma actitud que fue su ejemplo durante los años de plomo. Que la cercanía al gobierno haya terminado por brindarles cargos públicos para sus amigos y familiares, o les haya abierto la puerta para llevar adelante negocios salpicados por la corrupción, son solo consecuencia de haber perdido el rumbo para el que se habían constituido originalmente. Lo que realmente duele, es que desde algunos sectores no se acepte que la historia es de todos, y que se apropien sin ninguna vergüenza de cosas de todos para justificar acciones del todo injustificables. Usar las cuestiones de Estado como propaganda partidaria, lo único que consigue es subalternizar esas cuestiones y hacer que de a poco, la sociedad vaya perdiendo el respeto de personas e instituciones que debieran estar por encima de las luchas electorales. Nada es gratuito.Sigo creyendo en la utopía de que los gobernantes tiene que trabajar pensando en los libros de historia del próximo siglo y no en los titulares del diario de mañana. ¿ Será mucho?

lunes, 6 de junio de 2011

Resumen electoral de Totoras

Pasadas las elecciones internas, y aquietadas las turbulentas aguas de la campaña, es un buen momento para hacer un análisis de lo ocurrido. Trataré de reflejar mi visión sobre lo ocurrido el pasado domingo 22 de mayo. La primera conclusión es que una vez más Marcolini ha demostrado ser el gran elector. Mas allá de la boleta única que podía afectar severamente el arrastre de los votos, vemos que mayoritariamente los votantes trasladaron el voto del actual Intendente a quien fuera su candidato. La segunda conclusión es que su capacidad como elector se agota cuando cruza el arco de acceso a Totoras. Y esto es lógico ya que en 28 años, nunca le interesó ocupar espacios departamentales o provinciales. La aventura de salir a disputar una senaduría sin ningún trabajo previo fue una actitud políticamente suicida. Rasetto gana en la interna a pesar de haberse retirado prácticamente de la política en los últimos 4 años. Aún dando esa ventaja se impuso sin atenuantes. Hay dos lecturas posibles sobre el resultado. Para quienes necesitan culpar a los demás de sus propios errores, el análisis dice que si Rasetto no hubiera sacado 700 votos en Totoras, hubiera perdido, y entonces podrán endilgarle esta responsabilidad a estos votantes, tal cual lo intentó miserablemente un candidato en la noche del recuento. El mismo que ahora imagina acuerdos descabellados en Cañada de Gómez. El mismo que en otras oportunidades siempre apoyó candidatos de otros distritos frente a los candidatos locales de su propio partido. La realidad es que salvo en Totoras, y un empate técnico en Serodino, en todas las demás localidades del Departamento se impuso Hugo Rasetto. En algunas por escándalo, como para dar vuelta la diferencia que se había reflejado en Totoras. 2500 votos. En todo caso, la responsabilidad está en los referentes locales que usaron para apuntalar al candidato. Quien los eligió tendrá que hacerse responsable. En el justicialismo, la debacle fue total. Ninguno de los candidatos llegó a satisfacer las expectativas de mínima. La caída de votos fue increíble. Y aquí cabe otro análisis. El resultado del 2009 ya demostraba las dificultades que conllevaba sostener a los dirigentes existentes para pelear la intendencia, a pesar de lo cual no se produjo ningún recambio y el resultado no tenía por que cambiar. “ Si siempre hacemos lo que siempre hicimos, siempre obtendremos lo que siempre obtuvimos”, tal el sentido de la frase de Albert Einstein que podría aplicarse a la política. El kirchnerismo por su parte planteó un discurso ideológico para conversos y simpatizantes, pero que no tenía llegada a la ciudadanía. Y de hecho no la tuvo. El divorcio entre el discurso y los hechos es claramente percibido por la ciudadanía, además de considerar también a los hombres detrás del discurso. La cantidad de votos resulta así reveladora. Pero además se demuestra una vez mas que las alianzas no suman matemáticamente. El humanismo solo, sacaba en Totoras 260 votos. Aliado con el kirchnerismo sacaron 350. ¿ Valía la pena perder la identidad por 100 votos? El adversario a derrotar por el peronismo al empezar la campaña ( y antes) era Luis Palazzolo. Los simpatizantes justicialistas en privado expresaban su temor a que Palazzolo fuera el candidato, mientras que no tenían miedo de los otros postulantes. ¿ Habrán jugado parte de sus votos en la interna del frente para asegurar la derrota del candidato que temían? Si fue así, en el pecado está la penitencia, porque concentraron los votos de tal manera que ahora les resultará muy dificil revertir el resultado. En el Frente, la diferencia a favor de Carnevali, inhibe cualquier otra consideración. La diferencia es abrumadora. La elección de Palazzolo en otro contexto sería aceptable. Venía de no estar actuando en política desde hacía varios años, y de haber soportado el desgaste del enfrentamiento del bloque radical en contra de algunos opositores, en cumplimiento de una estrategia diseñada desde el partido y desde el Ejecutivo local, circunstancia que daño severamente su imagen. Resulta curioso que haya jugado su capital político para defender a un dirigente que después salió a tratarlo de traidor. Esta actitud no hace más que demostrar lo que pasa con algunos dirigentes que confunden lealtad con obsecuencia. Algunos nunca entienden que los leales ayudan y los obsecuentes perjudican, y terminan premiando a los obsecuentes y castigando a los leales. Como sea, con la notoria oposición del gran elector, superó a la sumatoria de los dos candidatos justicialistas y también al restante candidato. 1000 votos es un caudal interesante para empezar a construir una alternativa para dentro de cuatro años, pero seguramente deberá trabajar por fuera del radicalismo, ya que quienes conducen el partido seguramente no darán un paso al costado, a pesar de la clara derrota sufrida. Además una propuesta abarcadora solo puede hacerse desde un espacio más amplio que el que puede ofrecer un partido, eso sí, con el derecho de admisión donde solo puedan participar los que estén dispuestos a construir sin ambiciones desmedidas, sin la necesidad de ser siempre candidatos. Por último, es destacable el resultado de la lista puramente socialista, ya que no llevaba candidato a Intendente y no tenía recursos ni municipales, ni provinciales, ni propios para afrontar una campaña importante. Siempre pensé que Bonati era una persona interesante para estar en el Concejo. Sería bueno que no cejara en su empeño. Evidentemente, el resultado refleja que la ciudadanía de Totoras está muy conforme con el actual estado de cosas, mas allá de las quejas por la falta de viviendas, de trabajo, o de futuro para los jóvenes. Parece que la mayoría de los totorenses tienen resueltos esos problemas y no les importa lo que pase con los demás. Es de imaginar que nadie saldrá a quejarse si las cosas siguen como están ahora. Estos son los momentos donde uno recuerda que esta es una comunidad piamontesa, con las características propias de esta etnia. El cambio siempre nos asusta. Pero esta vez, se engañan. Carnevali no es Marcolini, a pesar del discurso. Y es lógico que así sea, sin que esto signifique un juicio de valor. Simplemente cada persona es única e irrepetible. Un resultado mas ajustado entre los candidatos del Frente hubiera obligado a acordar algunas políticas y seguramente esto hubiera beneficiado a la futura administración. La diferencia le permite al ganador obviar cualquier acuerdo preelectoral. Es gracioso. El calor de la campaña lleva a decir cosas fuera del libreto. Me imagino que a la lista de concejales marcolinistas se les habrá recomendado como siempre, que lo único que podían decir es que iban a apoyar la gestión del Ejecutivo. A Marcolini le debe todavía durar la acidez de cuando escuchó al primer candidato a Concejal de su lista decir que se iban a hacer viviendas “ y si había que gastar la plata de la Municipalidad se iba a gastar”. No pude menos que imaginarme la reacción del Intendente frente a esa declaración que contradice el que fue su criterio político en todos estos años. Sería bueno que la gente recordara el discurso de la lista ganadora cuando competían con el temor de ser superados, y el que tendrán ahora que el camino a la Intendencia parece ser miel sobre hojuelas. Lo preocupante, de cualquier manera, es otra cosa. Desde hace unos años, el Intendente se encuentra entornado por gente que simpatiza con el proyecto de Massei y por el propio Massei, lo que provocó el alejamiento de casi todos quienes siempre estuvimos a su lado. Lo que interesa es la actitud que asumirá su sucesor. En plena campaña un video exhibido por este dirigente “opositor” resultó revelador y preocupante. Mostró el reclamo de las familias a desalojar del ferrocarril, efectuado en Acción Social. Allí pudo verse al candidato a Intendente del oficialismo, arrinconado, sin respuestas y asustado, y al propio Massei saliendo en su defensa, con su proverbial carácter. La decisión de emitir este video: ¿ Fue un mensaje a la ciudadanía? ¿ Esa será la actitud del futuro Intendente cuando la situación se complique? ¿ Massei se convertirá en el poder detrás del poder como fue cuando Pascual Carrara era Presidente Comunal? “ Cosas vedere Sancho, que non crederes”

viernes, 20 de mayo de 2011

FIN DE EPOCA


Esta nota se escribió los primeros días de febrero. No se publicó antes para que no interfiriera en la campaña ni sirviera de caballito de batalla para ningún candidato. Son mis ideas y nadie tiene porque compartirlas a priori. Aquí están para que todos las evalúen y las analicen. Seguramente muchos ciudadanos vamos a compartir algunas de ellas y disentiremos con otras, y esta es la gran virtud de la democracia. Sin etiquetar a nadie de conservador, de gorila, o de fascista. Simplemente tratando de construir una comunidad con una mejor calidad de vida. Y con la tranquilidad que da no ser candidato a nada.



FIN DE EPOCA

Se cierra un ciclo histórico en nuestra ciudad. Luego de 28 años finaliza la gestión de Nelson Marcolini al frente del municipio local.
Podemos asegurar que no volverá a repetirse una etapa de esta magnitud. Para quienes recordamos Totoras de fines de los 70 y la vemos hoy, resulta innegable el crecimiento, el salto de calidad que ha dado la vida de los totorenses.
Marcolini llegó al gobierno comunal como consecuencia del arrastre de votos que produjo en el país el fenómeno de Raúl Alfonsín. Quienes lo propusieron como candidato lo hicieron convencidos de que la elección no se iba a ganar. La experiencia demostraba que el radicalismo salía tercero o cuarto en las elecciones locales, dependiendo si hubiera tres... o cuatro listas. De haber pensado que esa posibilidad existía, otros hubieran sido los candidatos.
Totoras dejó de ser Comuna y se convirtió en ciudad de su mano. Una administración casi familiar, se convirtió en una gestión organizada, seria, eficaz. Ha sido un honor participar de esta gestión, para todos quienes de una u otra manera aportamos algo para el éxito de la misma. Cuando está tan de moda y aceptado por todos, que los gobernantes deben resignar sus principios para congraciarse con el gobierno central porque es el que maneja la billetera y premia a los amigos y castiga a los adversarios ( concepto tan antirrepublicano que da miedo que los ciudadanos lo acepten como algo tan normal), la administración Marcolini debió lidiar con la permanente obstrucción, discriminación y falta de atención de las sucesivas gestiones peronistas en la provincia. Durante la primera gestión de Reutemann, me tocó como funcionario acompañarlo a Santa Fe en diversas oportunidades, y soportar que cuando queríamos ver a algún funcionario, primero nos preguntaran de donde éramos y que signo político tenía la Municipalidad, para luego mágicamente luego de un rato de amansadora, una secretaria muy atenta saliera a decirnos que el funcionario “ casualmente” ( o debo decir causalmente) había tenido que salir de urgencia y que lamentaba no poder atendernos.... Y todavía hay quienes consideran a Reutemann un buen gobernante.....
El 90 % ( por ser generosos) de lo que se hizo en Totoras, se hizo con los recursos aportados por los propios totorenses, mientras también aportamos para que se hicieran obras en la ciudad de Santa Fe, en localidades vecinas y hasta en el conurbano bonaerense, lugar donde el gobierno provincial aceptó regalar parte de los recursos de los santafesinos.
Pero, una gestión tan prolongada también ha causado problemas, especialmente en la política local. Ha impedido el recambio generacional y la aparición de nuevos dirigentes, ha congelado el horizonte político y hoy, luchan por su sucesión, los mismos dirigentes de hace un par de décadas, y que han tenido la suerte de que la salud los acompañara, como diferencia sobre otros que por cuestiones naturales hoy ya no están.
No tengo dudas que este recambio debió impulsarse antes, pero desde el poder uno tiende a pensar que nadie hará las cosas mejor que uno. Y el cementerio está lleno de personas que pensaban que el mundo no podía funcionar sin ellos. Un recambio a tiempo hubiera permitido el crecimiento de dirigentes, muchos de ellos alejados de la política y cansados del mas de lo mismo; y el ascenso a niveles superiores de la política de aquellos que se lo merecieran. Lamentablemente en política, cuando el tren pasó, no hay manera de alcanzarlo.
¿ Cuáles son las expectativas de la población? ¿ Alguno las sabe? ¿ Lo que propondrán los candidatos, es lo que realmente piensan, o harán demagogia tratando de decirle a la gente lo que las encuestas dicen que quieren escuchar? ¿ Alguien tendrá un plan de gobierno serio y realizable?
Las encuestas son útiles pero un dirigente que gobierne de acuerdo a las encuestas, será uno más del montón. El político debe tener ideas propias y llevarlas adelante. La ciudadanía expresará con el voto su acuerdo o desacuerdo con el proyecto. Es fácil decirle a la gente lo que quiere escuchar, pero no siempre es sano para la visión abarcadora de la realidad que tiene que tener un gobernante. Las políticas sectoriales han demostrado sobradamente su destino al fracaso.
Terminadas las internas ( esta nota se escribe los primeros días de febrero, cuando ni siquiera están definidos los precandidatos) la población habrá escuchado a grandes rasgos las ideas de todos quienes se postulan. Sin escucharlos aún, permítanme esbozar mi visión sobre el futuro de la ciudad.
El próximo gobierno será, sí o sí, un gobierno de transición. No se sale de la impronta dada a una administración por una conducción férrea como la de Marcolini, sin tener que cambiar muchas cosas. Algunos dirán que su gobierno será el continuador del que finaliza, pero esto es mentira. Es irrealizable y además es bueno que así sea. Hay que construir una nueva administración, que por propia definición será distinta.
¿ Qué significa un gobierno de transición? Que debe convocarse a ocupar los cargos a las personas más idóneas disponibles sin distinción de partidos de pertenencia. Por supuesto, y se sobreentiende, ni amigos ni parientes en la gestión, si carecen del perfil necesario para la función. Y sería todo un gesto de compromiso que quien asumiera declarara públicamente su autolimitación a las reelecciones indefinidas, hasta que la autonomía municipal permita dictar una Carta Orgánica que limite esta posibilidad. Con esta declaración, garantizaría el apoyo de todos los sectores, la colaboración en el gobierno, y sobre todo, la posibilidad de fijar una agenda para el futuro, donde se marque el rumbo con coincidencias básicas que todos se comprometen a seguir, y que los ciudadanos puedan controlar.
¿ Cómo imagino esa nueva gestión? Por cuestiones de extensión, limitémonos a cinco puntos que marquen el rumbo que sueño.
Primero: Una gestión donde los ciudadanos tengan una mayor participación en las decisiones que afectan a toda la comunidad.
Se impone la aplicación del Presupuesto Participativo. Cada vecino, cada zona, cada barrio de la ciudad, tiene que poder opinar sobre las obras y los servicios que necesita y que está dispuesto a pagar con sus tributos.
Segundo: Una gestión descentralizada donde cada área tenga la suficiente autonomía para llevar adelante el proyecto que se acuerde dentro del Ejecutivo, y donde el funcionario a cargo sea el responsable de los éxitos y también de los fracasos. Totoras es ya muy grande para que todas las decisiones pasen por un solo escritorio.
Tercero: Creación de una Secretaría de Desarrollo Social, que se encargue de paliar las necesidades de quienes menos tienen, pero también de impulsar el trabajo, la educación, la salud, y el deporte para todos los ciudadanos, llevando adelante un plan integral.
Cuarto: El Concejo Municipal tiene que cogobernar, tal como surge claramente de la Ley Orgánica de Municipalidades, y eso significa asumir las obligaciones y compromisos de la gestión pública. Tomar decisiones y salir a explicarla a los ciudadanos. Como Presidente de la Cooperativa de Agua Potable me ha tocado solicitar en el Concejo la autorización para efectuar aumentos en la tarifa de agua, de acuerdo a la legislación vigente y como consecuencia del proceso inflacionario real, y nunca, repito, nunca, conseguimos que el Concejo avalara con una decisión este pedido. Simplemente dejaban pasar el tiempo para que el pedido se aprobara solo como marca la legislación mencionada, pero claramente nunca estuvieron dispuestos a asumir el costo político de la medida. Eso si, a la hora de pedir exenciones o condonaciones de deudas para quienes no pagaban el servicio, ahí si recibíamos notas con membrete y firma de los concejales solicitantes. Este doble discurso se tiene que terminar si alguna vez queremos ser una ciudad en serio.
¿ Qué significa cogobernar? Simplemente que el Concejo se haga cargo de sus responsabilidades. Por ejemplo: los pliegos de las Licitaciones Públicas deben ser aprobados por el Concejo, cosa que nunca se ha hecho, lo cual es muy cómodo para el Ejecutivo que gana en celeridad, y para el Concejo que evita críticas de los posibles oferentes, tal vez amigos o vecinos. Pero no siempre habrá una administración que cuide el dinero de los contribuyentes y por eso existe este sistema de control. En adelante imagino un Concejo responsable y comprometido, con concejales a la altura de las circunstancias.
Quinto: Comprometer a cada funcionario y a cada empleado en la gestión de la ciudad. Nada puede hacerse ( y nada se hizo) sin el aporte de todos los agentes municipales, y es fundamental que se sientan parte de los éxitos y de los fracasos. Que se pongan la camiseta de la Municipalidad, y que asuman la defensa de los intereses comunales como propios. Es la única manera de terminar con la desidia, la indolencia y hasta con los perjuicios que por daños y robos sufre sistemáticamente el patrimonio municipal, que es de todos.
En fin como corolario, vemos con preocupación que en otras jurisdicciones se ha hecho costumbre traer al Municipio gente de otros lugares para garantizar los votos necesarios que permitan perpetuarse en el gobierno, aumentando el clientelismo político e incrementando los gastos en ayuda social, el empobrecimiento de la comunidad, y el aumento de la inseguridad, además de afectar los diversos servicios ante el incremento inusitado de la demanda. ¿ Alguno de nuestros candidatos pensará usar ese sistema? Bueno sería que aclararan su posición sobre lo referido al fomento de las migraciones internas, que no pueden prohibirse, pero que tienen que tener un control que garantice la posibilidad de trabajo, vivienda, salud y educación a todos quienes quieran habitar esta ciudad. Piensen simplemente que todos quienes hoy estamos en Totoras, estamos aquí porque nosotros o nuestros antecesores decidieron vivir aquí. ¿ Dónde estaríamos si alguien hubiera decidido cerrar las puertas?
Por lo demás, los ciudadanos podrán deducir la conducta de los candidatos con el comportamiento que asuman en la campaña. Quien no cuide su propio patrimonio por la ambición de llegar al poder, o comprometa el municipal a cuenta de futuros triunfos, no podemos esperar que cuide el de todos nosotros cuando esté en el Palacio de los Cristales.
Totoras ha tenido un pasado brillante, y tiene un presente promisorio. El futuro, está en manos de cada uno de nosotros. Como dijo Saénz Peña: “ Sepa el pueblo votar”.


RUBEN TAGLIAFERRI

domingo, 10 de abril de 2011

Información, Propaganda y Lavado de Cerebro

Todos los gobiernos tienen siempre serios problemas con los medios de difusión. Algunos porque piensan que ninguno los elogia lo suficiente. Si están haciendo todo bien ¿ Porqué los critican?
Otros, porque piensan que acallar los medios les asegurará la impunidad.
Genaro Carrió, en su libro “ Notas sobre derecho y lenguaje” describe con claridad meridiana este comportamiento cuando al caracterizar los diversos usos del lenguaje, se refiere al lenguaje descriptivo, como aquel que sirve para mostrar una realidad con aserciones que podemos considerar verdaderas o falsas ( el lenguaje científico, por ejemplo ) y al lenguaje emotivo, como aquel donde se utilizan ciertas palabras que despiertan intencionalmente en el oyente reacciones de simpatía o rechazo. “ Libertad”, “ Democracia”, “ Fascismo” “ Oligarquía”, son algunas de las palabras que se usan no para darle precisión al relato, sino para forzar una reacción de nuestro interlocutor.
Los medios de difusión le dan otra vuelta de tuerca a esta utilización cuando además usan el lenguaje emotivo con ropaje descriptivo, esto es, tratan de describir la realidad usando expresiones a sabiendas que provocarán en el receptor ciertas reacciones. Resulta interesante analizar lo que recibimos de los medios teniendo en cuenta estas simples consideraciones, y en lo que recibimos juegan también nuestras propias subjetividades. Oímos y vemos, lo que queremos ver y oír, y nos negamos a recibir lo que no se ajusta a nuestros prejuicios.
El gobierno nacional, por razones que nunca terminaremos de saber, decidió en un momento dado, convertir en su enemigo a quien fuera su principal aliado: El grupo Clarín. Y ha conseguido instalar en el imaginario popular la idea de que Clarín miente, lo cual es una verdad a medias. Clarín miente como cualquier otro grupo periodístico dependiente de intereses económicos diversos. En mi caso, nunca compré Clarín, pero me resultaba obscena la forma en que desde el 2003 al 2007 defendía a ultranza cualquier medida que tomara el oficialismo. A partir del 2008, a los oficialistas les resultan particularmente molestas las críticas que reciben de este multimedio, ( no monopólico por más que el uso de la palabra “monopolio” tenga un significado emotivo tan simpático para la gente), sin embargo, en lugar de dejar de leerlo, como hice yo cuando no me gustaba su línea editorial, se han propuesto destruirlo. Tampoco analizan porqué el mismo gobierno que lo apañó, ahora quiere destruirlo. Y en esto no hay nada de ideología, mal que le pese a los que quieren plantear estas estrategias como ideológicas.
Esta actitud típica del justicialismo, ya intentó ser aplicada en los primeros gobiernos de Perón, cuando prácticamente todos los medios opositores fueron cerrados, expropiados ó incendiados. Al final de su gobierno, solo quedaban dos diarios no oficialistas: La Nación y Ohh, sorpresa, Clarín. Con todos los medios a favor, igualmente el gobierno cayó, cosa que reconoció el mismo Perón en alguna oportunidad, diciendo que con todos los medios en contra, se mantuvieron en el poder sin problemas y que cuando consiguieron acallar a todos los opositores, el gobierno se derrumbó. ( ¿ Será una lección a aprender por los gobernantes empecinados en acallar las voces críticas?)
Con criterio crítico, sin embargo, todas las personas pueden leer cualquier diario o mirar cualquier noticiero, sin ser influidos por los medios. Lo que pasa es que en el fondo, el gobierno quiere que los ciudadanos vean solo la imagen que él trata de instalar.
Pero lo mas grave no es esto. No es tan grave que un medio privado se dedique, según la visión oficial, a agredir permanentemente al gobierno. Uno puede o no consumir ese producto y si suficiente gente deja de consumirlo, el producto simplemente desaparecerá.
Lo grave es que el gobierno, utilice los mismos métodos que critica, para hacer propaganda y lavar el cerebro de la gente, solventado y financiando medios y programas que tergiversan, denigran, mienten y se asimilan sospechosamente al sistema de Goebbels, en el gobierno de Hitler. Y es doblemente grave además porque lo hace con nuestros impuestos. Si no me gusta Clarín no lo compro, pero si no me gusta Tiempo Argentino, Pagina 12 o 6,7,8 igual lo estoy financiando.
Los oficialistas que critican las actitudes de Clarín, en cambio aplauden las mismas actitudes elevadas a la enésima potencia de los medios del gobierno. Esta contradicción para quienes dicen defender la libertad y los derechos humanos simplemente demuestran que estas defensas son una pose, y que nada tienen que ver con la ambición política de quienes tienen y quieren retener a perpetuidad el poder. Quienes en el fondo, sólo quieren una “Cristina Eterna”
Es hipócrita inventarse una realidad y obligar a los demás a financiarla y consumirla. Este es el pecado original de la ley de medios. Lenguaje emotivo con ropaje descriptivo. Es una mala ley, a partir de considerar quienes serán los personajes que la van a aplicar. Y particularmente mala si no lleva incluida la discusión de como se distribuye la pauta oficial que se utiliza para beneficiar a los amigos y perjudicar a los opositores, que para el gobierno son “enemigos”, “destituyentes” o “gorilas”. Siempre lenguaje emotivo destinado a lavar el cerebro de quienes están predispuestos al shampoo, o carecen de la experiencia suficiente para separar la paja del trigo. Quienes ya vimos esta película, sabemos cual es el final. Los que tienen más de 50 y promueven estas prácticas debieran recapacitar y contar aunque sea una vez, la verdad a los jóvenes que los siguen encandilados.
La libertad consiste en poder decirles a los demás lo que no quieren escuchar, y quienes cruzamos los '70 viviendo en la dictadura y no tomando café en los Campos Elíseos,mirando la Torre Eiffel, disfrazados de víctimas de la dictadura, no estamos dispuesto a que cuatro prófugos de la justicia nos autoricen que decir o que pensar, por mas dedito acusador que levanten desde un atril.

Ruben Oscar Tagliaferri
abril de 2011

lunes, 28 de marzo de 2011

La Historia Oficial



No, no voy a hablar de cine, aunque piense que esta película ya la vi.
Voy a hablar de la similitud que tiene este gobierno con el proceso militar, en cuanto al manejo de la opinión pública, tratando siempre de construir una historia que se ajuste a la línea de pensamiento del poder, en lugar de ajustarse a la verdad histórica que no puede soslayarse.
Lo que ocurrió en la década del '70, merece un análisis profundo y objetivo que este gobierno no quiere, ni puede producir. Porque ese análisis debe terminar con unos cuantos asesinos procesados, y ese final, dejaría al gobierno sin unos cuantos funcionarios.
Pero hagamos un poco de historia.
Cuando Perón decidió volver al país, para tratar de completar su proyecto de fascismo a la argentina, encontró la herramienta justa en los jóvenes progresistas de izquierda, dispuestos a arriesgar su vida para defender un proyecto de derecha que se disfrazaba bajo ropajes revolucionarios. Y Perón, gracias a estos “estúpidos imberbes” consiguió que los militares le permitieran volver, y que los grandes grupos económicos lo vieran como el único que podía disciplinar a los terroristas, que supuestamente respondían a sus órdenes. Todos se equivocaron. Perón que pensó que iba a poder usar a estos pichones de criminales sin ningún problema, Los revolucionarios que se creyeron que estaban construyendo la patria socialista junto a un general que era heredero de la impronta y el espíritu del Che, y los grupos económicos que veían con un gobierno de Perón, el regreso de un autoritarismo fascista que domesticaría a los gremios y a los obreros.
Se instaló en el gobierno un enfrentamiento entre el sindicalismo y la tendencia, entre la derecha y la izquierda, y como todas las internas peronistas, se terminaron dilucidando con la ciudadanía como espectadora o rehén de esta pelea. Perón puso en marcha la Triple A para someter a la guerrilla, y el Estado intensificó las amenazas, secuestros, torturas y asesinatos, que en forma incipiente ya había usado este régimen en la primera y segunda presidencia del General, para convertirse luego, con el proceso militar, en una forma permanente de acción frente a los opositores al modelo.
La caída de Isabel, que fue saludada con alivio por toda la ciudadanía, fue la puerta de entrada para que se instalara una dictadura nunca vista en la Argentina, y un exterminio sistemático que detrás traía un proyecto económico que terminaría por vaciar el país, destruyendo la industria y la producción local, y con ello el trabajo y el empleo.
Durante la década del '70, fueron pocos los políticos que tomaron conciencia y asumieron la realidad de lo que estaba ocurriendo. Uno de ellos fue Raúl Alfonsín, quien integró grupos de defensa de los derechos humanos, a partir del año 1977, cuando no era saludable tomar esa posición. Pregúntense los que admiran a otros políticos, donde estaban ellos en ese momento y haciendo que. Pero averigüen la verdad, no lo que cuenta 6,7,8.
Con el retorno de la democracia, se llevó adelante una investigación sobre las violaciones de derechos humanos y un juicio a las juntas, que fue inédita en el mundo. Como resultado de este proceso, fueron condenados todos los militares que gobernaron el país y ordenaron llevar adelante esa política de exterminio. En ese momento, las Fuerzas Armadas tenían todavía mucho poder de fuego, y podían presionar a la civilidad para conseguir algún grado de impunidad. La única manera de evitarlo era con una clase civil unida y defendiendo el sistema. Esto no ocurrió. El peronismo se dedico sistemáticamente a limar el poder del gobierno de transición. Solo debemos recordar los 13 paros generales de la CGT, la misma CGT que no hizo ningún paro al gobierno militar. ( El único fue en marzo de 1982, cuando ya la dictadura estaba en retirada). Con esa situación política y económica era muy difícil mantenerse firme frente a los militares, y terminaron dictándose las leyes de obediencia debida y punto final, destinadas a poner un límite a los procesos judiciales contra los militares. Curiosamente, quienes trabajaron día y noche para reducir el poder del gobierno, e históricamente aliados a las fuerzas armadas, desde el comienzo de la existencia del partido donde militan, fueron los primeros en salir a criticar esas leyes.
Luego Menem, casualmente dirigente del mismo partido ya mencionado, indultó a todos los actores de esa tragedia sangrienta.
Por fín, cuando ya las Fuerzas Armadas no tenían más ningún poder, apareció un oportunista que se apropió de los derechos humanos para utilizarlos como herramienta política, y sin tener en cuenta lo que se había hecho en otras épocas cuando él era amigo de los militares y se enriquecía ejecutando deudores hipotecarios víctimas de Martinez de Hoz, se presentó a si mismo como el gran defensor de los derechos humanos, acompañado en esa mentira con dos ancianas miserables que se vendieron por un plato de lentejas, y algunos cargos para amigos y parientes.
Sin embargo, en toda esta campaña de juicios y reclamos de verdad, y justicia, nunca se planteó que responsabilidad habían tenido los guerrilleros. Montoneros, FAR, FAL, ERP, organizaciones que se dedicaron a matar, secuestrar, torturar, poner bombas y que terminaron gozando de una situación extraordinaria, porque no solo no fueron juzgados, sino que hoy son funcionarios del gobierno, con auto, chofer, oficina y sobre todo una total impunidad.
Frente a la historia oficial que han construido los kirchneristas, amparados en vomitivos espacios de propaganda como 6,7,8 que pagamos entre todos, resulta oportuno repasar otras opiniones, de gente muy cercana a estos criminales y que tratando de aportar algo para el futuro, contaron con pelos y señales como pensaban y actuaban los Montoneros, detalle que resulta perfectamente aplicable al gobierno y sus integrantes. La violencia, el apriete, el considerar al adversario político como enemigo, la preocupación por amordazar las voces discordantes, son herramientas que utilizaron estos mismos personajes en el '70, junto al método de captación de jóvenes que en aquella época utilizaron para salir a matar y poner bombas, y que hoy Dios sabe con que intenciones los reúnen.
Como estos libros son difíciles de conseguir, y el gobierno no los va a reimprimir ni a mencionar, les dejo el enlace para que bajen y lean “ Montoneros, la soberbia armada “ de Pablo Giussani. Se los recomiendo. Debieran verles la cara a estos pichones de asesinos, cuando uno les menciona algo de lo que Giussani escribió en esa obra. Se ponen pálidos, se les quiebra la voz y huyen despavoridos. El efecto que les hace el ajo a los vampiros. Esa es la sensación. No pueden ni discutir lo que allí se ha publicado. Ellos saben que es todo cierto.
En fin les dejo el enlace, y espero que lo disfruten.



Ruben Tagliaferri

martes, 15 de marzo de 2011

LOS LÍMITES DE LA CAMPAÑA



¿ Cuáles son los límites que los candidatos no están dispuestos a cruzar en las campañas electorales? ¿ Cuáles son las acciones que despiertan el rechazo del electorado?
Estas cuestiones son básicas en cualquier campaña. La primer pregunta tiene que ver con los valores éticos del candidato. La segunda tiene que ver con la capacidad de razonamiento y conocimiento de los principios republicanos que tenga la ciudadanía.
Los temas cotidianos, los que hacen a las urgencias de la gente, son los mas sensibles a sufrir actitudes demagógicas. Trabajo, vivienda, salud, educación, son siempre campos propicios para el subsidio, la ayuda clientelista, la compra de votos aprovechando la necesidad del votante, la utilización de las instituciones para la campaña.
Hay políticos que tienen mucho cuidado de no quedar pegados a maniobras que la ciudadanía puede considerar electoralistas, y este debe ser un esfuerzo constante, porque ante la mínima claudicación, el límite se va corriendo, hasta terminar por aceptar cualquier maniobra con tal de ganar una elección. Hay otros, en cambio qu no tienen ningún prurito en echar mano de todo lo que pueda acercarles algún voto, usufructuando la errónea interpretación que se hace habitualmente de Maquiavelo, buscando aprobación filosófica para conductas que no tienen ninguna. “ El fin justifica los medios”, implica poner en su real dimensión cual es el fin. Claramente el ascenso o la conservación temporal del poder no puede justificar violar principios éticos y legales. Enmascarar estas ambiciones pedestres, detrás de discursos altisonantes, tipo “ yo o el abismo” solo habla de la inmoralidad del candidato y de la ingenuidad de los que se lo creen.
Estas conductas antiéticas y muchas veces ilícitas, no serían posibles si no existiera una mayoría de los ciudadanos que asisten impasibles, como acciones habituales y aceptadas a esta infame extorsión, que soluciona poco y mal, cuestiones que debe resolver el Estado en forma institucional, a cambio de un apoyo electoral que garantice la conquista o la perpetuación en el poder.
En cualquier ámbito es degradante la existencia de estas maniobras, pero tal vez por ser mi área de trabajo, me resultan particularmente infames las que usan como herramienta la educación, convirtiéndola en vehículo de intereses mínimos y ambiciones mezquinas.
Recuerdo cuando la actual senadora nacional por Santa Fe, en ese momento Directora de una Escuela de Rosario, convocó a una reunión a los padres utilizando el cuaderno de comunicaciones de sus hijos, y una vez reunidos, les informó de su decisión de ser candidata a concejal, y les “pidió” su apoyo. No hubo una declaración explícita, pero estaba claro cual era la amenaza implícita si no obtenía el apoyo incondicional de los padres de sus alumnos.
Recuerdo también cuando un gobernador de nuestra provincia, en campaña para ser electo Senador, en ocasión de visitar nuestra ciudad, se les “aconsejó” a las escuelas que concurrieran al acto en el local partidario, con abanderados, para agradecer la política educativa del gobierno.
Algunas veces, el implicado no tiene noción de lo que está pasando, porque deja el manejo de la campaña en manos de personas carentes de toda moral. No razona que detrás de estas maniobras la gente siempre ve al candidato.
Me imagino que cada uno de Uds. estimados lectores, podrán aportar infinidad de ejemplos de estas maniobras, que en el fondo, están diciendo a gritos que esa clase de políticos tienen el convencimiento de que están conduciendo una manada de borregos incapaces de pensar y reaccionar.
Veremos en los próximos meses infinidad de estos hechos, en todos lo niveles y de todos los partidos. Y en mi fuero íntimo sueño con un pueblo que identifique a los autores, los denuncie y sobre todo los condene a la hora de votar. Ese día habremos dado un gran paso en pos de vivir en una democracia de verdad, y protegidos por una Constitución respetada y temida por los gobernantes de turno.
Por ahora, lamentablemente, seguimos considerando estas actitudes como “ vivezas”, y aplaudimos al que camina por la cornisa de lo legal. Pareciera que la idiosincracia nacional tiene más que ver con aquel viejo sketch de los dos tránsfugas que planifican negocios turbios en un bar, y el mozo, al pasar, los escucha y en lugar de condenarlos, les dice en voz baja: “ No me dejen afuera....”

RUBEN TAGLIAFERRI

sábado, 12 de marzo de 2011

¿ Y Ahora qué? 2da. Parte ( Elecciones en Totoras)


El 6 de octubre de 2009, finalizadas las elecciones a concejales, publiqué una nota donde hacía un análisis de lo que ocurriría en el 2011, a la hora de renovar Intendente.
Algunas conclusiones se cumplieron ( era lógico conociendo la forma de actuar de los personajes), otras , en cambio , se modificaron a partir de cambios en la política nacional y provincial que influyeron en la elección local.
Un conocido me recordó en estos días el contenido de dicha nota y lo acertado de algunas conclusiones, por lo que me decidí a actualizar la misma, una vez inscriptas las listas de candidatos.
Las diversas listas de candidatos a concejales son aptas para todos los gustos. Mucha gente nueva en política, algunos nombres ya conocidos, pero con una cosa en común. Todos los candidatos tiene pros y contras y cada uno elegirá de acuerdo a su gusto, potenciando las virtudes y minimizando los defectos para justificar una decisión que ya tiene en su fuero interno tomada desde hace tiempo. Alguna lista mantiene el viejo sistema de convocar a nueva gente, pero poner en los lugares a salir a los caciques de siempre. Una engañosa manera de incorporar nuevos nombres a la política.
Para Intendente, el oficialismo presenta tres candidatos. La población decidirá quien es el mejor , pero harían bien los candidatos en tomar nota que la interna es abierta, y obligatoria, con lo que no resultará rentable pagar por cada voto como acostumbran a hacer en las internas partidarias. En definitiva con esa vieja picardía se pueden juntar 150 votos, pero en las próximas internas van a votar cerca de 6.000 personas, así que esos votos que pueden comprarse resultan irrelevantes. En principio hubo cierto riesgo de que las elecciones internas del oficialismo pudieran distorsionarse a partir de que la oposición no iba a tener internas, yendo los dos sectores del peronismo separados. Inclusive algunos punteros peronistas ya estaban planeando como volcar sus votos al candidato menos competitivo del oficialismo para luego en la general tener más posibilidades de ganar. El acuerdo provincial les arruinó el proyecto, porque ahora el peronismo tiene dos candidatos para la interna y necesitarán hasta el último voto para pasar a la siguiente etapa. Dos de los candidatos del Frente Progresista seguramente aglutinarán la mayoría de los votos, y sin dudas son los dos que dentro de ese espacio ofrecen una administración previsible para los recursos que mes a mes cada uno de nosotros aporta al municipio, por mas que se intente descalificar a uno de ellos como “ no radical”. A la luz de quienes habitan hoy dentro del centenario partido, no queda claro si esto es una crítica o un elogio. Estas declaraciones suenan por lo menos ridículas cuando el candidato a gobernador de este espacio que supuestamente representa al radicalismo “puro y duro” empapeló Rosario con su foto pegada a Binner, tratando de ver si en la confusión manotea algún voto. Esto es doble discurso, acá y en la China.
La interna peronista también aparece complicada. Por un lado se podría suponer que Raiteri debiera ganar la interna por tener un mayor índice de conocimiento en la población frente a su rival que ni siquiera vive habitualmente en la ciudad, pero esta diferencia se compensará con el mayor despliegue económico que hará este último candidato, por supuesto con nuestro dinero, bajado desde el gobierno nacional. Ya hay punteros prometiendo subsidios en diversas instituciones intermedias de la ciudad. La nueva política, que le dicen, los que defienden el modelo nacional.
Quedan candidatos por fuera de estas internas, los que no podrán confiarse, ya que un resultado pobre en las internas los dejará muy descolocados para la general. Con menos de 1.500 votos en esta elección, va a ser dificil que convenzan a los ciudadanos que sacarán unos meses después los 3.000 que van a necesitar para triunfar. Por lo tanto deberán trabajar esta interna a todo gas, porque en esto les va la vida política.
Un párrafo aparte merece la elección a senador, donde aparecen especialistas en estas lides, y otros que jamás han tenido que enfrentar estas campañas. Quienes ya vivimos algunas, sabemos que no son fáciles.... ni baratas.
En el peronismo, todo hace pensar que Betique va a ser ungido candidato con la fusta bajo el brazo, como diría un amante del deporte de los reyes. Una estructura aceitada en cada pueblo, le garantiza una buena llegada, aunque, honesto es reconocerlo, estos últimos 4 años brilló por su ausencia en muchos lugares de Iriondo. Totoras, por ejemplo.
Lo mas entretenido se va a dar en el Frente Progresista. Nelson Marcolini disputará por primera vez un cargo legislativo, frente a un conocedor de todos los caminos y atajos del departamento Iriondo., como es Hugo Rasetto.
Marcolini confía en que la sola mención de su nombre será suficiente para volcar los votos a su favor, y seguramente no recorrerá con persistencia y continuidad cada localidad del Departamento, actividad proselitista que desconoce, que no siente, y que seguramente no está en condiciones de hacer. Si lo hiciera descubriría que en muchas ciudades las estructuras que le venden como poderosas, no son más que dibujos en un papel. Que muchos de los supuestos referentes son rechazados por sus propios vecinos. Y que tendrá que convencer al votante de que para pasar 3 días por semana en Santa Fe, con reuniones interminables y maratónicas, y visitar el resto de la semana a los diversos distritos de Iriondo, elegir a un senador de más de 80 años, es una buena decisión. Su compañero de fórmula, por otra parte, debe rondar los 75, lo que tampoco ofrece demasiadas garantías. ¿ Qué llevó a Marcolini a esta altura de su vida a jugar este albur, que rechazó sistemáticamente en otras épocas donde todo hubiera sido más fácil? No se me ocurre ninguna respuesta por mucho que lo piense, salvo que la idea haya sido desde esa candidatura arrastrar votos para su candidato a Intendente. Pero esta idea del arrastre es hoy prehistórica a partir de la reglamentación de la boleta única.
Una boleta por categoría, con la foto de todos los candidatos de todos los partidos que disputan la elección, hace imposible varias cosas:
1º La distribución anticipada de la boleta en sobre cerrado para que el votante se vea obligado a depositar ese sobre en la urna. Cada votante deberá marcar a su candidato en el acto eleccionario.
2º) El robo u ocultamiento de boletas, así como también imprimir menos boletas para algunos candidatos para perjudicarlos y beneficiar a otros, o no repartir las de algunos candidatos, todas maniobras utilizadas regularmente. La boleta es una sola para todos.
3º) El efecto arrastre. Cada candidato con su foto defiende sus propios votos. Resulta cómico ver como algunos candidatos que todavía no entendieron de que se trata, intentan colgarse del gobernador o del senador, pensando que esto les asegurará votos. Sería bueno que empiecen a hablar de proyectos o ideas, si es que tienen alguna.
En una situación única en los últimos 30 años, Totoras elegirá Intendente, y a la vez renovará parcialmente el Concejo, dandose la posibilidad de levantar el nivel del mismo, cosa que no ocurrió otras veces donde los mismos iban por la reelección.
Iriondo elegirá senador, y va a ser interesante ver si jubilaremos a un comisionista y elegiremos un legislador, o todo va a seguir como era entonces. La responsabilidad de los candidatos es mostrarse como una opción superadora del actual senador, asumiendo la real tarea que conlleva el cargo , y lo más dificil, hacer que la ciudadanía entienda cual es esa tarea.

RUBEN TAGLIAFERRI

lunes, 7 de marzo de 2011

Derechos Humanos.... con capucha

Luego de la recuperación de la democracia, el primer gobierno constitucional llevó adelante un hecho histórico, como fue el juzgamiento de las Juntas Militares del proceso, y una investigación sobre violaciones de los derechos humanos, llevada adelante por un organismo independiente del gobierno como fue la CONADEP. Estas actitudes fueron coherentes con el comportamiento del Presidente de ese momento, el Dr. Raúl Alfonsín, quien integrara agrupaciones de defensa de los derechos humanos en 1977, a un año del comienzo de la dictadura, cuando era muy peligroso asumir esas posturas. Recordemos que los únicos que habían tomado esa postura fueron algunos familiares directos de desaparecidos. Nadie más.
Este gobierno fue saboteado en forma permanente por el Justicialismo, a través de sus sectores políticos y gremiales, resultando débil para enfrentar la corporación militar todavía con mucho poder de fuego en esos años. Las leyes de obediencia debida y punto final fueron el resultado de esa estrategia llevada adelante por el peronismo, tal vez con un grado de complicidad con el sector militar siempre tan afín con ese movimiento político.
En la década del 90, ya con el peronismo en el poder se dictaron sucesivos indultos que dejaron libres a quienes habían sido juzgados en la década anterior, y también dejaron sin castigo a quienes habían llevado adelante acciones terroristas durante la dictadura, pero también durante la democracia, impunidad que les permitió a muchos de ellos hoy ocupar cargos en el gobierno y hablar de república y democracia con una falta de vergüenza absoluta.
En esa época, todos los funcionarios peronistas siguieron sin discordancia la política menemista de desentenderse de los derechos humanos y olvidarse de lo ocurrido en los 70. En este sentido Kirchner fue un claro ejemplo. Durante su paso por la gobernación de Santa Cruz, jamás recibió a ningún representante de las organizaciones de los derechos humanos. Desconozco si alguna pidió alguna vez una audiencia, porque seguramente estas organizaciones tenían bien claro el grado de complicidad que había tenido desde siempre Kirchner con los militares que gobernaban la provincia. Gracias a esta cercanía se benefició con múltiples negocios que le permitieron enriquecerse en esa primera etapa.
Ya desde la presidencia, levantó de manera sobreactuada la bandera de los derechos humanos, coptando para su proyecto a dos personajes notoriamente disímiles. Hebe de Bonafini, una referente del odio y el resentimiento, y Estela de Carlotto, quien mostraba una cara más humana en la lucha por la verdad y la justicia. El tiempo transcurrido las ha equiparado a ambas como vulgares mercachifles de este negocio de amigos al que pomposamente se denomina « el modelo».
Hebe ha recibido millonarios subsidios que jamás ha rendido, y ha brindado cobertura a siniestros personajes como Sergio Shocklender y Felisa Miceli, llevando adelante a cambio de estos negocios, maniobras antidemocráticas, rayanas con la tración a la patria, agraviando personas e  instituciones.
Estela de Carlotto, además de poder viajar por el mundo con nuestros impuestos a conseguido conchabar a todos sus familiares en el gobierno nacional, y convirtió su lucha por los derechos humanos en una lucha por mantener el kirchnerismo en el poder, y por ende su propia quintita.
Estas actitudes las han alejado de las banderas  levantadas referidas a los 30.000 desaparecidos ( que en realidad son 9.000 y pico). Tanto las han alejado que ante la desaparición de Julio López, y como podía afectar al gobierno nacional, nada dijeron. El primero de muchos desaparecidos en democracia, no mereció ni un párrafo de estas corruptas, como tampoco ninguno de los que siguieron.
Nada dijeron de los desaparecidos chupados por las organizaciones de trata de personas.
Nada dijeron del genocidio llevado adelante por este gobierno junto a sus representantes locales contra los habitantes originarios en el norte de nuestro país.
Nada dijeron del robo sistemático de nuestra riquezas a partir de los espurios acuerdos entre el kirchnerismo y la Barrick Gold, gerenciados por los caciques de San Juan.
Y nada dijeron sobre los 30.000 ( en realidad son muchos mas, pero este número les duele particularmente a los defensores obtusos de esta banda de delincuentes que nos gobiernan) niños que han muerto de desnutrición desde que Néstor Kirchner accedió al poder, mientras en sus discursos y el de su sucesora nos muestran día tras día como han mejorado las cosas.
Futbol para todos, deporte para todos, bicicletas para todos, netbook para todos, milanesas para todos...... en realidad el futuro es.... hambre para todos, como consecuencia de la corrupción del gobierno que se enriquece y enriquece a los amigos sin límite y sin medida.
Kirchner consiguió ponerle la capucha a los derechos humanos, politizando un tema que debiera ser cuestión de estado, limitando su significado a la gloriosa década del 70, cuando el junto a otros «estúpidos imberbes» cambiaban el mundo en una mesa de café y  otros mataban gente en nombre de la revolución socialista, dentro del peronismo, o en nombre del peronismo contra los zurdos infiltrados.
Mugica, al asumir en Uruguay dijo que no le interesaba en la defensa de los derechos humanos poner preso a ancianos. El, que estuvo realmente detenido y fue torturado por los militares, se iba a preocupar por los derechos humanos de los ciudadanos de hoy. Cuanto que podrían aprender estos revolucionarios de opereta de los demás, si solamente fueran honestos y humildes. Pero no se gasten. Estas palabras no son compatibles con el kirchnerismo.

sábado, 26 de febrero de 2011

La Juventud Politizada

Hace muchos años, cuando yo era joven (porqué alguna vez fui joven), y estaba en la escuela secundaria, de un día para el otro, empezamos a recibir la visita, en la puerta de la escuela, de diversos grupos políticos que venían a informarnos sobre sus propuestas, sus proyectos, y nos daban volantes, y nos pintaban una Argentina que sería maravillosa a partir de la revolución que iban a llevar adelante. Recuerdo entre otros, al Partido Socialista de los Trabajadores, al Partido Intransigente, al Partido Comunista, al Partido Justicialista, a la Unión Cívica Radical, y ni hablar de los grupos más radicalizados y violentos, que parirían a las FAR, las FAL, el ERP y los MONTONEROS. Corría el año 1972. Con mis 16 años toda esta maquinaria militante me deslumbraba, y leía ávidamente todo el material que caía en mis manos. Nos sentíamos todos, parte de una revolución. Recuerdo con una sonrisa que hasta editamos un periódico estudiantil, del cual todavía debo tener por allí un ejemplar. Con mimeografo y sténcil (los mas viejos que le expliquen a los jóvenes de que se trata). Y de nombre le pusimos: “Trinchera Cultural”. El nombre mas revolucionario que a nuestra edad pudimos imaginar.
Y leí. Leí los libros de Perón : “ La Fuerza es el derecho de las bestias” “ La Comunidad Organizada”. Leí “ Punto de Partida” de Oscar Alende. Leí “Irigoyen” de Manuel Gálvez. Y también “ Lisandro de la Torre, El solitario de Pinas” de Raúl Larra. Y me hice una composición de lugar. Pensé el país que quería y que línea podía representar mejor ( aunque no en forma completa, por supuesto ) las ideas que yo tenía.
Una sola cosa no negociaba. No estaba de acuerdo con la violencia. La política era diálogo, consenso, nunca enfrentamientos, peleas, agravios, escraches, venganzas.
Pero no todos mis amigos llegaron a la misma conclusión, y allá fueron, detrás de las banderas que prometían la victoria luego de una lucha heroíca, donde todos los medios estaban justificados para conseguir el fin supremo. La patria liberada, igualitaria, revolucionaria, para todos.
Fines loables que en verdad ¿ Quién puede discutir?
El problema es que con la violencia y la intolerancia, lo único que se consigue es más violencia y más intolerancia. Una acción en un sentido, provoca una reacción en sentido opuesto de igual magnitud. Viejo principio de la física que también se aplica a la política. Una lástima. En esa época lo aprendíamos en la secundaria, pero nadie nos explicó que se podía aplicar a todas las actitudes de nuestra vida, y tuvimos que descubrirlo de la peor manera.
Y vinieron los negros años de la capucha ( antes y durante la dictadura) , donde el Estado decidió hacer lo único que no se puede hacer con un canibal: comérselo. No puede el Estado responder a la violencia con más violencia. A la tortura con más tortura. Al secuestro con más secuestros. Craso error. Y algunos de mis conocidos pagaron con su vida o con el exilio las decisiones que tomaron.
Hoy a la distancia pienso que si el Estado hubiera actuado dentro de la legalidad, muchos de quienes hoy hacen discursos y señalan con el dedo, todavía estarían presos, y tal vez, el país sería mejor.
Como eso no pasó, los mismos que fueron educados en esa matriz, volvieron a la política y nuevamente usando las mismas herramientas que aprendieron a usar de jóvenes: la violencia, la intolerancia, la destrucción del enemigo ( sin considerar que en democracia no hay enemigos), el apriete, pero además , unieron a ese discurso arcaico, las mañas que adquirieron a través del tiempo, el amor por la riqueza y los lujos, entonces, no solo manejan un discurso recolucionario que encandila a los jóvenes, como encandilaron a mi generación, sino que además son corruptos, ladrones, se enriquecen en la gestión pública, viajan en aviones privados, compran Harley Davidson para el gato de turno, o le regalan mini-cooper a los hijos.
Y estas actitudes que no hubieran sido toleradas por los jóvenes del 70, que tenían principios y valores, hoy son observadas de manera impasible por parte de cierta juventud actual, la que no asocia que esas actitudes antiéticas son parte integrante e indisoluble de la dirigencia que ellos defienden. Han sido educadas en los principios descarnados del “ roban pero hacen” o como me decía un ex- alumno: “ ¿ Qué es preferible, la honestidad o la capacidad? , como si fueran expresiones antagónicas. Y es lógico. Si soy deshonesto entonces la honestidad tengo que minimizarla, restarle importancia, considerarla una chicana de la oposición.
“ Roban pero hacen”. Todavía no entendimos que los que roban terminan no haciendo, porque lo que ellos se roban se refleja en miseria, agua potable que no llega, gas que no existe, rutas que no se arreglan, desequilibrios sociales, y al final en violencia y muerte.
¿ Cómo fuimos capaces de formar una generación que no se escandalice frente al delito ? ¿ Cómo pueden respetar y tener como bandera a dirigentes políticos eternos funcionarios públicos, que no pueden justificar como hicieron su fortuna, sin entender cuanto tiene que ver ese enriquecimiento con los chicos que mueren por desnutrición, con el asesinato de un joven para robarle las zapatillas o el celular, con las tierras que se venden a los extranjeros, con la destrucción de los glaciares en nombre de una mineria expoliadora y que favorece a unos pocos?
Buenos chicos, doy fe por conocerlos, pero evidentemente con valores trastocados que buscan desesperadamente un rumbo; y entonces aparecen oscuros personajes que manejando una diálectica que solo puede engañar a quienes no los conocen, los convierten en herramientas al servicio de los negocios de unos pocos.
Cuando uno desearía una juventud militante de los derechos, respetuosa de la Constitución, defensora de los principios republicanos, nos encontramos con alguna que por todo argumento tiene el escrache, la descalificación del que piensa distinto y los terminos “ gorila” y “ facho” a flor de labios sin entender de que se trata, y siguiendo el ejemplo que dan las máximas autoridades del país, que debieran representarnos a todos, y no dividir entre amigos y enemigos.
Decía José Ingenieros: “ Toda juventud es inquieta. El impulso hacia lo mejor sólo puede esperarse de ella: jamás de los enmohecidos y de los seniles. Y sólo es juventud la sana e iluminada, la que mira al frente y no a la espalda; nunca los decrépitos de pocos años, prematuramente domesticados por las supersticiones del pasado...”. Lo escribió hace 100 años, pero podría haberlo escrito ayer a la tarde. Si los jóvenes defienden conceptos que demostraron ser errados hace 40 años, simplemente son 40 años más viejos. Han sido domesticados por las supersticiones del pasado.
Las cosas son diferentes. El mundo ha cambiado, salvo para los que tienen los ojos en la nuca. Espero sinceramente que los cantos de sirena de hoy no lleven a los jovenes del siglo XXI al mismo baño de sangre que terminó con mi generación, hace, más o menos, 40 años. Sería muy triste concluir con que no hemos aprendido nada.


RUBEN TAGLIAFERRI

lunes, 21 de febrero de 2011

La Tecla Asustada: Comunicado de trabajadores de Télam

Para los crédulos que defienden la ley de medios como una garantía de la democracia, vaya este botón de muestra con lo que hacen los mafiosos que nos gobiernan con los medios que manejan. Ahora quieren convertir TELAM en nuevo Indek, y parece que los trabajadores ( que seguramente son todos gorilas y destituyentes) no piensan permitirlo....

 

lunes 21 de febrero de 2011


Comunicado de trabajadores de Télam

La COMISIÓN GREMIAL INTERNA (CGI) condena el bochornoso episodio vivido el viernes cuando se publicó una vergonzosa biografía de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y se modificó y reemplazó el logo de la empresa por uno de claro tono partidario, en la página web. También le reclama al Directorio explicaciones más precisas y claras sobre ese episodio, ya que no se trató de errores de tipeo, sino de modificaciones que jamás debieron ser evaluadas y emitidas al aire.
Los episodios del viernes han afectado gravemente el prestigio de la agencia, que ya estaba en jaque por las desafortunadas declaraciones del presidente del Directorio, Martín García, sobre periodistas y su preferencia hacia los militantes.
Los trabajadores nos vemos en la obligación de recordar y advertir a las autoridades que Télam es la Agencia de Noticias de la República Argentina, y no una web partidaria, y que por su caracter federal cumple con la obligación de informar a todos los habitantes y no solo a un grupo de militantes.
En este sentido solicitamos al Directorio se abstenga de colocar símbolos partidarios junto al logo, y le reclamamos mayor atención y responsabilidad en la edición de artículos o notas que tienen un claro sesgo partidario y que deberían guardar las formas que el periodismo reclama.
La CGI también le reclama al presidente del Directorio mayor mesura y cuidado a la hora de formular declaraciones, ya que sus dichos pueden afectar el prestigio de la agencia, en virtud de su investidura.
Los trabajadores también le recordamos al Directorio que seguiremos reclamando la urgente eliminación de subcategorías, la efectivización de contratados y tercerizados. Ya es tiempo de que el Directorio cumpla las promesas, a fin de evitar conflictos, porque la paciencia se va agotando.

domingo, 13 de febrero de 2011

Reportaje a Tomas Abraham

Un libre pensador, que por supuesto es demonizado por el autoritarismo kirchnerista:

"Kirchner fue el CEO de una corporación"

Kirchner fue un loco del poder. Menem fue honesto en su frivolidad. Cristina Fernández tiene un futuro de abuela. Los millones de pesos en el fútbol para todos bien gastados están. El kirchnerismo tiene algunos "méritos". El kirchnerismo es "amoral" y falsifica la historia. Nada de compromiso político hay en los estudiantes tomacalles, unos "papanatas" que de estudiar, ni hablar.
Tomás Abraham no perdona: desgrana iluminaciones una tras otras a ritmo de ametralladora verbal. Es filósofo consagrado con diploma en Sociología y Filosofía por la Sorbonne pero se ha ganado la fama de irreverente iconoclasta haciendo filosofía argentina sobre Argentina. "Mi tarea intelectual es interpelar a la sociedad y no al poder", afirma y agrega: "Nuestra sociedad ha inventado el poder para salvarse a sí misma".
Abraham patea tableros y desanda coartadas con total libertad. Se queja del "coro de loros" que forman los intelectuales que le dan letra al gobierno. Sostiene que, para construir el futuro, el pasado a revisar arranca en el 84 y no en los setenta. "En el 84 los políticos recitaban el preámbulo. Había un proyecto. Tenemos que hacer un balance de lo que pasó en estos veintiséis años en todos los niveles. Pero este gobierno, como el de Menem, se ha reído de eso". Combate el horror de los setenta y rechaza abiertamente disfrazar aquellos años en nombre de la "pureza y el ideal".
Le hinca el diente a los temas tabú de la Argentina uno tras otro. Habla del efecto político "bueno" de la muerte de Kichner: "el fin de la dinastía", dice.
En una tarde de febrero, este filósofo sui géneris horneado al fuego del Mayo Francés, de las clases con Foucault, de las drogas, de los viajes por la India y Tokyo, de la disciplina empresarial de Ciudadela, la fábrica de medias fundada por su padre, y con una tartamudez notoria que lo torturó de chico, repasó sin vueltas lo que piensa de la Argentina hoy.
-Quiero plantearle dos temas. Primero apelo a su memoria de empresario, de cuando todavía era parte de Ciudadela. ¿Cómo piensa que le va hoy a una empresa como Ciudadela en épocas de kirchnerismo?
-A un empresa de ese tipo debería irle un poco mejor. Por lo que pasó estos últimos años en Argentina, el mercado se animó. Y las empresas en general están funcionando, no sé si a pleno pero sí están funcionando bien. Hoy los salarios no son buenos pero hay trabajo. Yo creo que el gran desafío que tiene Argentina es que todo el mundo trabaje. Si en el término de siete años un país pasa del veinte por ciento de desocupación al ocho o siete y pico y si la subocupación baja, bueno, algo positivo pasa.
-El otro tema es Fútbol para Todos. Usted que es muy futbolero, ¿está feliz con eso? ¿O le preocupa que el Estado esté poniendo tanta plata en fútbol?
-Me parece bien que el fútbol sea para todos y no creo que sea tanta plata. No creo que doscientos millones de dólares -que es mucho- para que el fútbol llegue a todo el país sea plata mal invertida. El fútbol es algo masivo.
-¿Pero no se podría invertir esa plata en hospitales, por ejemplo?
-Con eso tenemos que demoler también el Teatro Colón. Si terminás con todos los lujos, te quedás con una sociedad pobre pero no mejor. Lo que sí creo que es una obscenidad es la propaganda oficial. Eso sí. Santa Cristina. Debería prohibirse. En realidad el Canal 7 no debería ser del Gobierno sino público. Yo distingo: el canal es obsceno, pero está bien que haya fútbol para todos.
-En síntesis, le reconoce dos logros a este gobierno. Primero la baja de la desocupación y después, el fútbol para todos.
-El fútbol para todos no es un logro del Gobierno. Fue una maniobra. Ahora, la baja en la desocupación sí es un logro porque no depende únicamente de las condiciones internacionales. Es el resultado de haber calentado la economía. Kirchner la calentó aunque todos estaban muy alarmados y pedían que la enfriara. Está bien aunque tiene un costo que es la inflación. Pero toda medida económica tiene un costo. Eso es muy complicado para cualquiera, para Ricardito Alfonsín, para Prat Gay, para Lavagna y para Cristina Fernández. No hay ningún ministro de economía, ningún partido político...
-¿Ni Hermes Binner, que está entre sus preferencias?
-Ni Binner, nadie que tenga alternativas políticas sin agujeros. El asunto es quién los paga y cómo los paga. Este modo de gobernar económicamente ha dado trabajo. Ahora es momento de ver si se pueden hacer pactos políticos para evitar un desmadre que acarree costos muy grandes. Como pasó con el Rodrigazo, con Alfonsín, con Menem.
-¿Entonces la Argentina está mejor que hace siete años?
-¿Que en el 2003? Sí, claro, claro, está mejor.
-¿Y por qué a primera vista se ve una polarización total, con los kirchneristas de un lado hablando loas del modelo y los antikirchneristas del otro, haciendo un análisis totalmente negativo del presente?
-Por ideología.
-¿Usted es antikirchnerista?
-Yo soy una persona libre.
-¿Eso qué quiere decir? ¿Qué a veces es antikirchnerista y a veces no?
-Claro. De acuerdo con mis valores, con lo que pienso, y con ciertas posiciones coyunturales. Los kirchneristas pasan por mi espectro. Yo no paso por el de ellos. A veces coincido y a veces, no. Ahora, en términos generales, no los quiero.
-¿Por qué?
-Porque son unos mentirosos profesionales, porque son amorales. Usan valores muy importantes para ocultar afano. No son honestos. Y cuando uno habla de derechos humanos, de tortura, de genocidio, tiene que ser honesto. Si comprás una Ferrari, no te exijo tanto. Te perdono.
-Es decir, era más honesto Menem en términos de autenticidad que el kirchnerismo.
-Sí. El kirchnerismo falsifica. Estoy de acuerdo con la baja de la desocupación pero no me interesa el kirchnerismo para el país ni para el futuro. Quiero a otra gente aunque no sé dónde está. Además no lo quiero porque invade mucho con los medios de comunicación. Tanto se queja del monopolio. Y porque tiene una corporación cultural que funciona como un coro de loros que le hace el relato, como ellos dicen, una narrativa empobrecedora y falsificadora. Esos son los motivos. Después de eso no les doy tanta importancia.
-¿Cómo es eso de que no son tan importantes?
-Vamos a hablar de peronismo un tiempo, supongo. Hace sesenta años que hablamos de peronismo. Pero no sé cuánto tiempo vamos a hablar de kirchernismo. Menos que de menemismo quizás. Cristina Fernández se va a Santa Cruz a cuidar hijos y nietos... y chau, se terminó el kirchnerismo.
-Es un tema interesante... ¿Quién cree que transformó más la Argentina? ¿El menemismo o el kirchnerismo?
-Los dos.
-¿Pero en sentido diferente?
-En algunas cosas, igual. A Menem le reconozco una autenticidad en la frivolidad.
-No había una instrumentalización de otros valores.
-No. El se abrazaba con el almirante Rojas, con la UCD, y le mandaba naves a Bush... y lo aplaudía Kirchner. Ya sabemos. Vivimos en una sociedad de consumo global y Menem la impuso como doctrina oficial. Dijo: los que son ricos salgan a la calle y no tengan miedo y los que sean pobres, quieran ser como los ricos.
-¿Y el kirchnerismo qué es en términos de legado? ¿Lo contrario?
-Buscó la tradición nacionalista y popular, otra especie de liturgia, el lenguaje de Evita. Buscó eso para encontrar una legitimidad. ¿En dónde iba a encontrarla en el año 2002, 2003? ¿Había alguna autoridad en la Argentina ante la cual la gente se sacara el sombrero? Ninguna. El "que se vayan todos" era una muy buena frase porque estaba diciendo "afuera, todos". No se refería a los políticos sino a la estafa de todos. Entonces sólo quedaban las Madres de Plaza de Mayo y las Abuelas. Las víctimas. En la única en la que te podés legitimar es en la víctima y Kirchner la vio. Abrió la ESMA. Expulsó a Alfonsín. Ensució a Strassera, al fiscal Molina. Y se apropió de ese campo y dijo: yo les prometo juicios. Una legitimidad muy importante porque acompañando a las Madres y a las Abuelas siguieron los actores, algunos diarios, intelectuales y hasta ahora los tiene agarrados con la culpa de los setenta.
-¿Y usted por qué no se subió a eso? ¿Vio el truco?
-Porque era una estafa. Lo vi enseguida porque sacaban la bandera de los Monto y hablaban de la juventud maravillosa de los setenta como si yo hubiera estado en la China. Los setenta fueron horribles. La ideología era horrible. El querer el poder total por las armas es algo que no le podés decir a la juventud salvo con una lectura crítica, que no es una lectura condenatoria. No es los dos demonios, toda esa pavada. Es crítica.
-¿Cuál sería una lectura crítica?
-Que no hay que repetir eso. Que es muy importante que haya un gobierno constitucional, que es muy importante la república y la ley, que no hay que creer que todo se reduce a un aparato jurídico y a una gran mascarada y que el poder está en otro lugar. Resignificar esa época de mucha violencia y mucha sangre en nombre del ideal y la pureza moral está mal. Y peor si eso lo hace gente que no formó parte y no arriesgó. Nuestra fecha más importante no se sitúa en los setenta, ni es el 76, sino el 84.
-El regreso de la democracia.
-Sí. Tenemos que hacer un balance desde ahí: dos presidentes depuestos, un mes con cinco, un presidente de facto, Duhalde y dos presidentes reelegidos por vía personal o delegada, uno innombrable.
-Para el Bicentenario hubo muchas omisiones en la reconstrucción histórica que hizo el gobierno nacional. Una de ellas fue eliminar la figura de Roca y estigmatizarlo como un genocida. ¿Hay algo de acertado en esa lectura o es absolutamente anacrónica?
-La historia sirve para comprender el presente. Y para comprender que siempre hubo un presente. Roca era un presente y los presentes son muy complejos. Están plenos de dilemas. Un dilema no es un problema. El problema tiene solución. En cambio, un dilema no la tiene. Obliga a tomar decisiones. Tiene costos. Que Roca haya sido una especie de carnicero para unos y que para otros sea el que constituyó el Estado argentino porque si no Argentina sería la cuarta parte de lo que es porque una buena parte la tendría Chile... Yo creo que discutir en esos términos como si estuviéramos con el Dante en el Paraíso no tiene sentido. Ni Roca fue un carnicero ni Sarmiento quería matar gauchos ni los montoneros fueron los héroes ni fueron los malditos. Esas interpretaciones vuelven a la gente maleducada.
-Ignorante.
-Ignorante no es el que no sabe. Es el que cree que sabe. Y muchos historiadores y muchos periodistas y muchos políticos son fábrica de ignorancia. Muy pocos historiadores han sabido comprender el dilema de los procesos históricos. Uno de ellos es Halperín Donghi. Puede haber otros. Pero en general los historiadores tienden a confortar al público lector y al alumnado con películas donde por supuesto aquel que habla es blanco. Y todos nos salvamos. Lo cierto es que nuestra sociedad en general jamás se ha interpelado a sí misma. Siempre ha interpelado al poder. Ha inventado al poder para poder interpelarlo, para salvarse a sí misma. Mi tarea intelectual es interpelar a la sociedad y no al poder. Es tan fácil interpelar al poder. Es tan fácil encontrar las cosas que hace mal, a quiénes quiere beneficiar y perjudicar y decir "me somete". Lo más difícil es hablar de la comunidad a la que pertenecemos. Por qué fue menemista, por qué lo votó dos veces, por qué fue procesista, por qué creyó en la paz de los cementerios, y no me refiero a cuatro tipos, sino a mayorías. Por qué la misma gente se da vuelta. Por qué Néstor Kirchner era menemista y después hizo otra cosa. Interpelarse como sociedad no para botonear, que es una especialidad de tantos, sino para pensar y no repetir. Pero como eso es muy complicado, o botoneamos o escondemos. Esa es la alternativa.
-Tomás, ¿la muerte de Kirchner cambió totalmente el escenario?
-Cambió el escenario.
-¿A favor o en contra?
-Cambió el escenario... (Pausa larga.)... No le deseo la muerte a nadie. Pero no me puse triste. Tampoco, en ningún momento, contento. Para mí se murió un CEO de una corporación. No me pongo ni triste ni contento porque se muere un CEO de Wallmart. Eso fue Kirchner, un CEO, un hombre de corporación al que sólo le interesaban la plata, el poder y estar arriba. Hay muchos locos de esos. Después la presión les sube, tienen infartos, se mueren. Pero creo que políticamente fue bueno porque le puso fin a una dinastía. Es el tema del 84, que había arrancado en el 82 con las Malvinas: fue el fin de un régimen que no había empezado en el 76 porque ¿hacía cuánto que no se hacían las cosas bien? Bueno, Alfonsín dijo: vamos a hacer algo distinto. Creyó en la modernidad, en la tolerancia, con la democracia se come... No nos dijo qué... Pero empezábamos algo. La idea era no repetir dictaduras, corrupciones y una Argentina que había agotado sus proyectos. En el 84 los políticos recitaban el preámbulo. Había un proyecto. Han pasado veintiséis años. Tenemos que hacer un balance de lo que pasó en estos veintiséis años en todos los niveles. Pero este gobierno, como el de Menem, se ha reído de eso.
-Y en el medio, no se da un debate profundo sobre temas centrales como la educación pública, por ejemplo.
-Porque la sociedad está fragmentada en sectores con poder que defienden sus propios intereses y son invencibles. La Cetera es invencible. Pero la educación argentina es un problema y los chicos entran a la universidad con lagunas de ignorancia en todo, desde las matemáticas hasta el lenguaje.
-¿Cómo ve las protestas de los estudiantes secundarios tomando calles para reclamar mejoras edilicias?
-Por un lado está el protagonismo mediático, lo de Warhol. Y por otro lado están las manipulaciones. La protesta del alumnado porque los techos se caen fue organizada contra Macri porque la verdad es que los techos se caen más en lo de Scioli. ¿O vos creés que en Lanús tienen un campus como en Yale? Y todos dicen ay, los chicos se revelan, se interesan por la política. Son todos unos papanatas al servicio de una política barata. Piden calefacción... Yo me pregunto cuánto estudian.
-Sí, no se los ve muy preocupados por reclamar mejoras en la calidad educativa.
-Ese es mi tema vocacional: la pasión por el estudio. Estudien. Hay todavía una idea de que las ciencias duras son propias de países tecnócratas mientras nosotros somos humanistas y enseñamos derechos humanos y educación sexual a los chicos de seis años. Un profesor de biología hoy no es valorado porque enseña muy bien biología sino porque contiene a los alumnos, porque los derechos humanos, porque tiene muy buena relación con los padres y la biología importa cero. La labor profesional no le importa a nadie: todos somos ciudadanos derechos humanos mientras se destruye todo. Se te muere toda la educación. Ahora eso sí: la tortura y los setenta y el juicio a los genocidas y Benjamín Menéndez en cana y la foto de Videla y todo eso? eso es jugar al pasado con pérdida. No ganás nada.
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