lunes, 7 de marzo de 2011

Derechos Humanos.... con capucha

Luego de la recuperación de la democracia, el primer gobierno constitucional llevó adelante un hecho histórico, como fue el juzgamiento de las Juntas Militares del proceso, y una investigación sobre violaciones de los derechos humanos, llevada adelante por un organismo independiente del gobierno como fue la CONADEP. Estas actitudes fueron coherentes con el comportamiento del Presidente de ese momento, el Dr. Raúl Alfonsín, quien integrara agrupaciones de defensa de los derechos humanos en 1977, a un año del comienzo de la dictadura, cuando era muy peligroso asumir esas posturas. Recordemos que los únicos que habían tomado esa postura fueron algunos familiares directos de desaparecidos. Nadie más.
Este gobierno fue saboteado en forma permanente por el Justicialismo, a través de sus sectores políticos y gremiales, resultando débil para enfrentar la corporación militar todavía con mucho poder de fuego en esos años. Las leyes de obediencia debida y punto final fueron el resultado de esa estrategia llevada adelante por el peronismo, tal vez con un grado de complicidad con el sector militar siempre tan afín con ese movimiento político.
En la década del 90, ya con el peronismo en el poder se dictaron sucesivos indultos que dejaron libres a quienes habían sido juzgados en la década anterior, y también dejaron sin castigo a quienes habían llevado adelante acciones terroristas durante la dictadura, pero también durante la democracia, impunidad que les permitió a muchos de ellos hoy ocupar cargos en el gobierno y hablar de república y democracia con una falta de vergüenza absoluta.
En esa época, todos los funcionarios peronistas siguieron sin discordancia la política menemista de desentenderse de los derechos humanos y olvidarse de lo ocurrido en los 70. En este sentido Kirchner fue un claro ejemplo. Durante su paso por la gobernación de Santa Cruz, jamás recibió a ningún representante de las organizaciones de los derechos humanos. Desconozco si alguna pidió alguna vez una audiencia, porque seguramente estas organizaciones tenían bien claro el grado de complicidad que había tenido desde siempre Kirchner con los militares que gobernaban la provincia. Gracias a esta cercanía se benefició con múltiples negocios que le permitieron enriquecerse en esa primera etapa.
Ya desde la presidencia, levantó de manera sobreactuada la bandera de los derechos humanos, coptando para su proyecto a dos personajes notoriamente disímiles. Hebe de Bonafini, una referente del odio y el resentimiento, y Estela de Carlotto, quien mostraba una cara más humana en la lucha por la verdad y la justicia. El tiempo transcurrido las ha equiparado a ambas como vulgares mercachifles de este negocio de amigos al que pomposamente se denomina « el modelo».
Hebe ha recibido millonarios subsidios que jamás ha rendido, y ha brindado cobertura a siniestros personajes como Sergio Shocklender y Felisa Miceli, llevando adelante a cambio de estos negocios, maniobras antidemocráticas, rayanas con la tración a la patria, agraviando personas e  instituciones.
Estela de Carlotto, además de poder viajar por el mundo con nuestros impuestos a conseguido conchabar a todos sus familiares en el gobierno nacional, y convirtió su lucha por los derechos humanos en una lucha por mantener el kirchnerismo en el poder, y por ende su propia quintita.
Estas actitudes las han alejado de las banderas  levantadas referidas a los 30.000 desaparecidos ( que en realidad son 9.000 y pico). Tanto las han alejado que ante la desaparición de Julio López, y como podía afectar al gobierno nacional, nada dijeron. El primero de muchos desaparecidos en democracia, no mereció ni un párrafo de estas corruptas, como tampoco ninguno de los que siguieron.
Nada dijeron de los desaparecidos chupados por las organizaciones de trata de personas.
Nada dijeron del genocidio llevado adelante por este gobierno junto a sus representantes locales contra los habitantes originarios en el norte de nuestro país.
Nada dijeron del robo sistemático de nuestra riquezas a partir de los espurios acuerdos entre el kirchnerismo y la Barrick Gold, gerenciados por los caciques de San Juan.
Y nada dijeron sobre los 30.000 ( en realidad son muchos mas, pero este número les duele particularmente a los defensores obtusos de esta banda de delincuentes que nos gobiernan) niños que han muerto de desnutrición desde que Néstor Kirchner accedió al poder, mientras en sus discursos y el de su sucesora nos muestran día tras día como han mejorado las cosas.
Futbol para todos, deporte para todos, bicicletas para todos, netbook para todos, milanesas para todos...... en realidad el futuro es.... hambre para todos, como consecuencia de la corrupción del gobierno que se enriquece y enriquece a los amigos sin límite y sin medida.
Kirchner consiguió ponerle la capucha a los derechos humanos, politizando un tema que debiera ser cuestión de estado, limitando su significado a la gloriosa década del 70, cuando el junto a otros «estúpidos imberbes» cambiaban el mundo en una mesa de café y  otros mataban gente en nombre de la revolución socialista, dentro del peronismo, o en nombre del peronismo contra los zurdos infiltrados.
Mugica, al asumir en Uruguay dijo que no le interesaba en la defensa de los derechos humanos poner preso a ancianos. El, que estuvo realmente detenido y fue torturado por los militares, se iba a preocupar por los derechos humanos de los ciudadanos de hoy. Cuanto que podrían aprender estos revolucionarios de opereta de los demás, si solamente fueran honestos y humildes. Pero no se gasten. Estas palabras no son compatibles con el kirchnerismo.

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