miércoles, 2 de diciembre de 2009

Cuando se habla de reforma política, nunca falta el abombado que empieza a hablar de voto electrónico

Mientras se discute la reforma política de Néstor, que debiera servir para producir la cuadratura del círculo, o sea que el matrimonio Kircher en el 2012 siga en la Casa Rosada en lugar de Sierra Chica, algunos opositores plantearon el error de no haber incluido en el proyecto el voto electrónico.
Por favor, alguien que les explique que por modernoso que suene, el voto electrónico no sirve, por la muy simple razón de que no existe manera de demostrar que el resultado final se ajuste a la realidad de lo que la gente votó.
Lo que haría falta es la utilización de la boleta única con lo cual se acabarían las alquimias de tratar de predecir el arrastre de arriba hacia abajo, o de abajo hacia arriba.
Cada candidato va a sacar los votos que sea capaz de juntar, y se terminan las maniobras de robarse los votos, de trampear fiscales, y muchas otras avivadas muy argentinas.
Claro, es una medida peligrosa. A ver si en una de esas la gente termina eligiendo a los candidatos que realmente le gustan. ¿ Qué problema, no?